Caminar entre las personas nunca fue tan difícil como ahora, generalmente podemos volar más alto y así evitar chocar, pero aquí me pasé la mayoría del tiempo pidiendo disculpas por chocar contra hombros, tropezarme con los pies de alguno de los terrenales o pedir alguna indicación para llegar a los salones. Luego de la extraña visita con el director me dio lo que sería mi horario de clases, clases a mi parecer algo sosas y aburridas, la mayoría de los temas me eran familiares, los había visto cuando ya tenía 14 años ¿Ahora? Ahora tengo mi última clase del día, se supone que tengo Educación Física en la cancha, pero, ni idea de cómo llegar allí, este lugar es tan grande como el palacio celestial, que es el lugar donde se haya a los ángeles celestiales. Suspiré sin saber qué hacer, es muy difícil desapercibida y sobre-todo ubicarse, si pudiera hacer uso de mi magia sin que los terrenales se enteren... O mejor dicho, si pudiera hacer uso de mi magia sin que los ángeles se enteren, porque esa es otra cuestión, tenemos prohibido el uso de la magia fuera del cielo, o al menos es así para los ángeles en entrenamiento, es una de las tantas reglas que yo particularmente no suelo aprobar ¿Por qué no la apruebo dirán? Sencillamente me imagino en una batalla contra algún demonio, soy ágil y bastante hábil con la espada debo decir, pero, me sería más sencillo poder usar mis poderes para huir o atacar, pero, gracias a las reglas mágicas, tenemos prohibido usarlos a no ser que algún mayor nos lo permita.
Respiré profundo buscando alguna señal que me indique hacia donde queda la cancha, pero nada, los pasillos ya se estaban vaciando y yo sigo perdida y sin saber a dónde ir, miro hacia todos lados y un destello llama mi atención, puedo sentir como el iris de mis ojos comienza a cambiar, si a veces suele pasar en los ángeles en entrenamiento, el color es detonante en nuestra raza, cada tipo de ángel tiene un color diferente en sus alas, sus ojos, algunos incluso en su piel y cabello, el destello se hacía más grande, o quizás soy yo que me estoy acercando a él, no sé por qué me atrae tanto, pero no puedo parar, de nuevo mis sentidos están en alerta continua, mis ojos siguen cambiando, al ser seres de luz estamos acostumbrados a recibir y transmitir emociones y pensamientos, somos transparentes, la misma mujer está frente a mí, ahora de cerca puedo vislumbrarla con más facilidad, tiene un hermoso cabello blanco, tanto o más que la nieve más blanca que yo haya visto en mi vida, sus ojos púrpuras profundos ocultaban muchos enigmas para mí además de seriedad y motas plateadas, sí, plateadas, no blancas, tiene la piel tan blanca, se parece mucho a una mujer de la cual leí en un antiguo pergamino de la biblioteca del cielo, su vestido cae delicado sobre su cuerpo, es blanco, como esos que usaron los dioses de la Antigua Grecia, cabe destacar que estos dioses en realidad eran arcángeles celestiales en el 320 de La aparición de las gemas, antes de la Guerra de las alas, guerra en la cual se vislumbró por primera vez el uso de la gema de Fantasía por la tercera guardiana del collar, Selene, conocida en el cielo como la madre de las alas angelicales; creo que se llaman "togas". Me vio de nuevo observándola y me pareció notar un poco de sorpresa en su mirada, como si no se hubiera esperado mi mirada o no esperará que pudiese verla.
- ¿Qué eres? No mejor... ¿Quién eres? – pregunte sin poder contenerme y ella boqueo como pez tratando de encontrar las palabras para hablarme, una sonrisa un tanto extraña se formó en sus labios y cuando estaba a punto de responder alguien me apresó el brazo con fuerza y ella se desvaneció en un haz de luz, sentí un par de manos tomarme con fuerza y encerrarme en lo que parece ser un armario del conserje por el extraño olor, de nuevo mis ojos cambiaron y luego estaban normales, trate de que volvieran a cambiar para poder ver quien me había atrapado así en la oscuridad, pero nada, mis poderes estaban en off. El desconocido encendió la luz y pude notar su cara de disgusto, era un chico, bastante atractivo debo aceptar, su cabello rubio llegando al castaño, sus labios eran finos pero a la vez carnosos y sus ojos de un color azul cielo llegando a blanco producían en mí un poco de tranquilidad ante todo, pero no estoy dispuesta a demostrarlo.
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Ángeles Protectores: El Collar Fantasía (Saga AP #1)
FantasiaMi nombre, Angela Skies, dirán ustedes, ¿Por qué leer acerca de una simple chica? Es que... Resulta que no soy del todo una "simple" chica, no, la verdad es que para leer este libro deben tomar en cuenta algo, los ángeles, esos que tienen hermosas a...