- Hola - contesté al teléfono.
Nadie respondió.
- ¿Hola? - dije de nuevo.
Nadie respondió.
Decidí colgar y seguir caminando.Llegué al cuarto y me di una ducha, llego decidí ponerme a hacer tarea.
Era muy aburrido estar sola, nadie hacia ruido, nadie me habla, antes tampoco me hablaba nadie....
Pero estoy cuestionando el haber venido.
En la noche decidí salir a caminar un poco, todo se veía hermoso de noche.
Caminé por el largo camino de luces que conducía a un mirador donde se podía ver toda la ciudad.
Cuando llegué me alegré de haber ido, era totalmente hermoso, toda la ciudad iluminada y se veía
perfecto cada detalle de la hermosa ciudad.
Me senté en una banca mientras seguía observando. Este lugar me hace sentir bien, me hace sentir
libre, creo que se va a convertir en mi nuevo lugar favorito.
Sin advertir salió una lágrima.
Desearía estar en casa. Desearía ser mas sociable. Desearía estar con Paulina. Desearía que mis
padres estuvieran orgullosos de mi.
Cerré mis ojos y deje de pensar en esas cosas, solo me concentré en el ruido del viento en las hojas.
- Es hermoso no lo crees - dijo alguien a mi espalda.
Volteé y ahí estaba Manuel.
Comienzo a creer que me está siguiendo, sonrío ante ese pensamiento.
- Si, lo es -
Se sentó a un lado mío.
Esto me recordaba tanto a la escena donde le había gritado a Brandon.
Otra lágrima sale de mi.
- ¿Estas bien? - preguntó limpiando mi lágrima.
Sus manos estaban frías pero suaves.
- Si, todo bien - dije con una media sonrisa.
- Aveces pienso que no somos lo que realmente merecemos ser -
- ¿Porque? -
- Todos deberíamos ser felices pero no, en lugar de eso nos destruimos unos con otros, en lugar de
eso tenemos tristeza -
- Pero así es la vida - dije sonando como mi madre.
- ¿Segura? -
- Si, eso creo, creo que debe haber tristeza para que luego haya felicidad, tal vez así funciona -
El solo sonrió.
Nos quedamos en silencio un tiempo.
- Aveces sueño con que algún día, alguien, me invite al baile anual y baile conmigo, que alguien me
quiera realmente algún día y me haga sentir especial - solté un suspiro y otras lágrimas - Pero solo es
un sueño - dije viendo al piso.
Manuel se me quedó viendo. Tomó mi mano con la suya y me sonrió.
- Los sueños se pueden hacer realidad - dijo sonriendo, era de esas sonrisas que te tranquilizaban, de
esas sonrisas que te hacen creer, por solo un momento, que todo estará bien.
Sacó su celular y puso un canción, no sabia cual era, nunca antes la había escuchado pero era
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Para siempre
RomanceLaila, una adolescente de 13 años que experimentará lo que es el amor, pasando por muchos tipos de chicos hasta encontrar el correcto. En el camino tendrá algunos obstáculos y hallará la forma de resolverlos. Créditos de portada: amina_h12