Capítulo 37

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- ¿Hola? - dije sentándome en la cama.

- Hola - dijo él.

- ¿Qué haces aquí? - fruncí el ceño.

- Yo te traje aquí - dijo sentándose en la cama

- Ah, gracias - dije con simples.

- Laila no estás bien, y debes escuchar lo que los doctores dicen que no puedes hacer; estás enferma y no puedes hacer lo que hacías normalmente antes, no puedes solo... - 

 Lo interrumpí - Si ya sé, no puedo hacer nada, soy solo una persona que está esperando a que la maldita máquina se apague y yo deje de respirar, si ya sé, no tienes que recordarmelo -

- No me refiero a eso y lo sabes -

- No, no sé a que te refieres en realidad, ni me interesa -

Hubo un silencio incómodo

- Agradezco que me hayas traído hasta aquí pero ahora te pido te marches -

Sin decir nada, se levantó y salió.

Si, pueden pensar que soy algo grosera o mal educada, pero es que cuando todas las personas se portan bien contigo solo porque sienten lástima, no es fácil ser buena.

Es increíble como cuando estas muriendo de pronto todos te aman.

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- ¿Cómo diablos saliste de aquí? - preguntó Grecia

- Por algo llamado puerta - sonreí

Ella bufó.

- ¿Qué? - 

- Que es increíble como es que te puedes comportar así -

- Ahora tu también - puse los ojos en blanco.

- Laila ¡estas viva!, muchas personas mueren cada segundo pero tu estás viva, si, estás enferma pero viva, ¡qué más quieres! ¿qué más puedes pedir? -

- No sé, ¿una vida tal vez? poder estar con una persona sin que llore cuando me vea, poder respirar 5 minutos sin  luego tener que desmayarme  y que me conecten a un tanque de oxígeno, eso es lo que quiero, si sé que ya no tendré mi vida como antes pero al menos quiero una nueva, al menos quiero poder tener una -

- Sabes, eres la persona mas desagradecida que conozco -

- Es tan fácil decirlo para ti, tu no eres el que esta a punto de morir constantemente -

- Si vas a estar así mejor ya ni te hablo -

- ¿Tan poco te importo? -

- Solo olvídalo -

- Escucha... -

Me interrumpió - No, ¿sabes qué? Yo no quiero hablar contigo -

Dicho eso salió hecha una furia.

Tal vez es verdad, tal vez debería valorar más las cosas..... ¿Qué diablos estoy diciendo? ¿Qué voy a valorar? No tengo absolutamente nada.





Para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora