Una meta en la vida, es algo que todos tenemos en común, algo por lo cual te levantas de tu cama, creyendo que hoy, será un mejor día que el anterior.
Para unos niños abandonados, esa meta nunca llegó, realmente no les importaba; ya que la muerte, r...
Había una vez... Ja, ¿todas las historias deberían empezar así no? Bien, vamos: Tres hermanos.
La mayor Ashley de 17 años, una chica sería, que no hablaba mucho, tranquila y fría...
La del medio Anny de 15 años, ella había tenido problemas psicológicos, estuvo en un manicomio desde los 12 años y salió apenas a esta edad, ella era una psicópata... pero también era una suicida.
El más pequeño Walker de 13 años, el era muy callado, no hablaba con nadie más que con sus hermanas, nadie lo notaba, ya que el no quería ser notado... un sociópata.
Un día común en el orfanato, llegó una pareja, se veían entusiasmados. Al ver a Walker la señora solamente dijo:
—¡El hijo perfecto!
Pero Walker no quería separarse de sus hermanas así que la pareja decidió adoptar a los tres. Al día siguiente tendrían una "familia" ellos nunca supieron que era eso. A altas horas de la noche ellos dormían obviamente con los demás huérfanos. Walker despertó y no podía dormir el miedo era muy fuerte. Se levantó de su cama y se dirigió hacia la de Anny (Walker era más apegado a Anny que a otros). Subió a su cama y le tocó el hombro, y le dijo
—Anny, Anny —susurró Walker—. Despierta porfavor.
—¿Qué quieres?, ¿Qué pasa?—. le dijo Anny.
—No puedo dormir, tengo miedo de que pasará mañana —Walker tapó sus ojos con sus pequeñas y extrañas manos.
—No pasará nada, yo estaré a tu lado —Anny se movió un poco.
—Y que pasa si nos separan, yo no me quiero alejar de t, no puedo —le contestó.
—Te prometo que nadie nos va a separar, no me importa lo que tenga que hacer, yo te voy a proteger.
—¿Lo prometes? —la cuestionó Walker
—Si, si te lo prometo, ahora vuelve a la cama y cálmate —le ordenó ella.
Walker sonríe y vuelve a su cama, después de unos minutos se queda dormido.
