Día 0

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—De ninguna manera, Jackson —le repetí por milésima vez a Percy—. No voy a participar en ese tonto juego.

—¡Pero es una tradición, Nico! —respondió el hijo de Poseidon, levantando sus manos en señal de frustración. La verdad era divertido hacerlo desesperar, y se desesperaba muy fácilmente—. Además, es una forma de festejar ahora que la guerra ya acab–

—Oh, no me vengas con eso otra vez —lo corté a mitad de oración, poniendo mis ojos en blanco—. La guerra acabó hace más de cinco meses. Creo que ya se festejo lo suficiente. Ahora, ¿podrías dejarme seguir durmiendo?

—Vamos, Nico, no seas aguafiestas —dijo Jason, quien estaba parado al lado de Percy, ayudándolo a convencerme de algo que no quería hacer. Sentí su cuerpo ejerciendo peso mientras se sentaba al lado de mi y la cama se hundía un poco—. Además, Will Solace estará ahí.

¿Era mi imaginación o su tono implicaba algo más al decir el nombre del hijo de Apolo?

Lo miré de soslayo y noté que estaba sonriendo y moviendo ambas cejas arriba y abajo.

—¿Y eso que tiene que ver? —pregunté de forma indiferente.

—Hemos visto como lo miras —se le unió Jackson, sentándose al otro lado de mi. Tenía una mueca graciosa en la cara, como de reproche—. No se cómo es que él si es tu tipo y yo no, pero Jason y yo estamos de acuerdo en que esos ojitos de cachorrito que pones cada vez que lo ves, son los mismos que ponemos nosotros cuando vemos a Piper y a Annabeth, respectivamente.

—No pongo ojos de cachorro, tonto —repliqué en voz baja—. Y lo que ustedes creen no es cierto, no hay nada especial entre Solace y yo.

Jason y Percy se miraron el uno al otro por unos segundos. Luego, dirigieron ambas miradas hacia mi y rodaron sus ojos, diciendo al mismo tiempo:

—Lo que tú digas, enamorado.

Solté un gruñido por lo bajo y les aventé una almohada a ambos chicos.

—¡Largo de mi cabaña, ahora!

Entre golpes y unas cuantas patadas, logré sacar a mis dos molestos amigos, mientras ellos iban riéndose a carcajadas y canturreando estupideces como "A Nico le gusta Will" y "Nico y Will se quieren besar". En serio, ¿por qué tenía amigos tan inmaduros e idiotas?

Cuando por fin estuve solo en mi cabaña, en paz, volví a acostarme sobre mi cama. Alcancé una de las almohadas que les había aventado del suelo y la abracé, acurrucandome y cerrando mis ojos.

Intenté volver a dormir pero ahora una idea rondaba mi cabeza y no me dejaba tranquilo. Yo no sentía nada por Will Solace, obviamente. Es cierto que nos habiamos vuelto más cercanos después de esos días que pase en la enfermería con él, pero no había nada entre nosotros más que una amistad aún en desarrollo. Aunque, a decir verdad... Una imagen del rostro sonriente y bronceado de Will apareció en mi mente. Sus luminosos ojos azules como el cielo y esa sonrisa confiada que siempre llevaba puesta como una máscara. Su sonrisa... sus labios... esos labios carnosos y rosados...

«Wow, wow, wow. Detente ahí mismo, di Angelo», me regañe interiormente al momento que abría mis ojos con sorpresa. ¿Pero que mierda me estaba pasando? «Es debido a la influencia de los estupidos de Jackson y Grace. Nada más», traté de tranquilizarme.

Me levanté de la litera y me dirigí al baño. Tal vez el agua fría me ayudara a calmar mis pensamientos.

Unos cuantos minutos después, salí del baño con una camiseta negra y mis pantalones negros que siempre vestía. Me calcé unos tenis que encontré al lado de la puerta y, antes de salir, tomé mi espada y me la ajusté en el cinturon alrededor de mi cintura.

Durante Un "Captura La Bandera" | SolangeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora