Abrí la puerta de mi casa, estaba mi madre esperandome en el sofá marrón. Con su gato, realmente era un minino que me odiaba. Ya que me raguñaba cuando dormia y me obligaba a cerrar las puertas.
- Erika.- Sonaba la agria voz de mi madre. Era una mujer de unos 40, pero era muy dura y difícil en varios momentos era insoportable. - Tenemos que hablar.
Su mirada era fría, estaba vestida para ir al trabajo. Cosa que me gustaba, ya que me quedaba sola en la casa.
- ¿Que sucede má? - Dije, lanzando mi bolso a el suelo y sentándome. Esta me miro con cara de asco, debido a que no tenia ciertos modales.-
- Primero, sientate correctamente. - No pude soltar un "Agh" al escuchar sus quejas de mi- Como sabes. Tu padre y yo nos odiamos. Es una ventaja decirte que el murió hoy en un accidente.
*Solo me quede en un estado de Shock, tenia unas ganas de darle un golpe a mi madre, por tal estupidez que dijo. Ya que solo ella me maltrataba a su placer. Solo pude decir*
- ¡Eres una desgraciada! Me da igual que me hallas dado la vida. - Estaba enojada, Miéntras mis ojos se cristalizaban rápidamente y varias lágrimas salían de mis ojos resbalando por mis mejillas- ¡Me largo! Me he cansado de soportarme mas en mi VIDA.
Esta solo se levanto del sofá, con unos grandes tacones y se acerco a mi dándome una gran bofetada. Esta no me dolió, ya que me había acostumbrado.
- Miéntras vivas en esta casa, mando yo.- Su mirada fue aun mas fría, estaba cruzada de brazos y algo alta. Me miraba realmente feo.-
- ¡Pues eso se acabó! - Dije repugnada y dolida.
Desde allí. El "lazo" familiar que tenia con mi madre, se rompió fácilmente. Tome unas cosas de mi cuarto y mi teléfono, me fui de esa casa... Y me negué volver a ella.
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¿Solo a mi?
RomanceErika, una chica diferente a otras, pero mas asocial de lo que se dice. Alex, el chico popular por el que todas se mueren. ¿Un triángulo? ¿Un juego? ¿O una muerte?