Una mañana calurosa. El sol radiaba y los pájaros cantaban alegres al ver al sol. Mi mente estaba perdida, confundida. Habia hallado nuevos sentimientos pero siempre retornaba a una sola pregunta; ¿Qué hare yo, con mi vida?.
Esta pregunta me pegaba todas las mañanas, cuando los rayos del sol, traspasaban las finas cortinas de mi habitación en casa de Daniela. Me desmotivaba, a cada momento. Y sentía que mis días se acortaban. Sin animos, me levanté de la cama, tratando de olvidar esa pelea con Alexa. ¡Ah! ¡Qué recuerdo tan estúpido!.
Me levante, elegí entre mis pocas prendas algo sencillo para la universidad. Unos Jeans medio rotos y negros. Una blusa con mangas hasta los codos, casi que rozando un poco más abajo, los tenis de siempre, apesar de que estaban un poco sucios. Coloque mis lentes en mi rostro y sin desayunar me fuí, ¿Qué podria pasar? Ya odiaba lo suficiente mi vida.
Al llegar, me senté en mi asiento de siempre, sin dirigir una mirada, ni una palabra, ni atención a la clase. Hasta que, llegó él. ¡Mierda! No se porque me alteraban esos ojos verdes detrás de esas gafas. Y sus pecas que venían de sus pómulos y pasando por su delgado tabique.
~ Bien, solo ignoralo Erika.~
Dije en mi mente, hasta que esta voz chillona respondió
~ [¡No seas tan idiota! Has algo bien por ti. ¡Te gusta! ¡Hablale!]~
Al escucharla, simplemente me irrite, presionaba mis dientes para evitar decir algo estúpido y sin sentido. Y dí un golpe con el puño cerrado a la mesa. A lo que el tuvo que voltear y preguntarme.
- ¿Erika? ¿Estas bien?
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¿Solo a mi?
RomanceErika, una chica diferente a otras, pero mas asocial de lo que se dice. Alex, el chico popular por el que todas se mueren. ¿Un triángulo? ¿Un juego? ¿O una muerte?