Una Lección De Vida

V. La ducha

Antonio decidió agarrarme y llevarme del patio a el baño, tenían el baño listo para que me puedan bañar, al ver el agua pues, no me pareció algo del otro mundo, y estaba dispuesto a dejar que me bañen, pero sucedió algo contra lo que no pude luchar: Al tocar el agua, me dieron unas ganas tremendas de huir de ese lugar, no se por que, me desesperaba, era una sensación extrañisima, y muy peculiar.

Finalmente después del caos de escaparme me bañaron, y mis nietos agarraron una toalla y me secaron, finalmente, como ya estaba limpio podía dormir dentro de la casa, calló la noche y como yo acostumbraba, dormía en los pies de mi hija para alertar de cualquier cosa a la familia eran alrededor de las 3 de la mañana, todo estaba en silencio, cuando de repente oigo un sonido muy peculiar de susurros fuera de la casa, me dispongo a ponerme de pie... O patas y por suerte la cama no era muy alta, así que me permitió bajar sin ningún problema, y me asomé por la ventaba para ver que ocurría, eran unos señores ,y no les veía nada bueno, así que decidí ladrar lo mas fuerte que pude para alertar a Antonio  y a mi hija de la situación, se despertaron, y cuando prendieron la luz para ver que pasaba, los señores se fueron, cuando ellos se asomaron, ya no había nadie, y quede como un perro malo (otra vez), pero bueno, quien sabe que hubiera pasado si no hubiera alertado a la familia, me sacaron de su cuarto, y me quede en el pasillo, allí fue cuando me di cuenta que nuestra casa era muy grande, y tenia varios lujos, me di cuenta que era una familia estable: Me empezó a agradar un poco mas el joven de Antonio.

Fui a la habitación de Tomás, y con algo de esfuerzo, subí a la cama, como hacia algo de frío, lo intente despertar, para que me hiciera un espacio entre sus sabanas lo conseguí, y Tomás me recibió en su cama; es extraño como el sueño de un perro varía demasiado, de repente tienes demasiado sueño y a los 2 minutos de dormir, estas lleno de energía, supongo que eso es por que la mayoría de los animales están alertas, por lo anterior mencionado, no podia dormir, así que pues, si no tenía nada que hacer, me dispuse a jugar con una pelota que tenia Tomás en su habitación, es curioso, también, como los animales juegan, nunca había experimentado algo así, se los explico:

Cuando tenia la pelota entre las patas, me dispuse a hacerla de lado a lado, pero cuando la pelota rodaba lejos de mi, no podía dejar de correr, las ganas de que la pelota no se desviara era impresionante, y mi atención solo se concentraba en ella y solo en ella, creo que estoy entendiendo el instinto de los animales, y es que es la verdad, al parecer es algo que hacen/hacemos inconscientemente, pero esta en nuestros genes, y no los podemos romper.

"Creo que al fin empiezo a comprender como está la cosa".