Hidden [Muke]

cuatro

Estaba jodidamentte aburrido.

Intenté varias veces escapar e irme, pero en cada una de ellas o Crystal o Calum me descubrían, maldita vida.

–Oh, no te enojes, Mikey. ¡Vamos a bailar!

Calum, quien al parecer también estaba aburriéndose, me arrastra hacia la improvisada pista de baile, empujando a varia gente a su paso.

Intenté detenerlo, pero al soltarme de su agarre, choqué contra alguien a mis espaldas.

–Disculpa, no te... Oh –En cuanto me di media vuelta para disculparme, me di cuenta de que la persona con quien había chocado era el imbécil de Hemmings.

–Fíjate por donde vas, marica –Soltó empujándome suavemente para luego reír con sus amigos.

Fue extraño, ya que cuando nadie se dio cuenta Luke me guiñó un ojo regalándome esa sonrisa suya de publicidad de pasta de dientes.

Estúpido, pensé al ver su comportamiento.

Rodando los ojos fui a parar a la cocina para sacar una cerveza de la heladera, extrañamente el lugar estaba algo vacío, cuando siento que alguien nuevamente me arrastra, esta vez hacia una habitación.

Ese alguien es Luke.

Al cerrar la puerta tras nosotros, él vuelve a sonreír coqueto. Me da algo de miedo su actitud por lo que en cuanto me suelta mantengo una distancia considerable.

–¿Qué es lo que quieres? –Voy directo al grano cruzándome de brazos.

–A ti –susurra en un intento de parecer atractivo y coqueto a la vez. En verdad casi me río en su cara pero me daba curiosidad saber lo que estaba pasando.

–¿O-okay? –Murmuré indeciso tocándome los labios con la punta de mis dedos.

Lentamente él se fue acercando hasta el punto de dejarme apegado a la pared de la habitación y me encerró dejando sus brazos a cada lado de mi cabeza.

–¿Q-qué es lo que haces? –Tartamudeé nervioso al sentir su cercanía.

–Nada, Mikey –susurró a pocos centímetros de mis labios.

Cerré mis ojos por inercia y respiré nuevamente su mismo aire. Dulces y alcohol. Creo que nunca lo olvidaré.

De un segundo a otro Luke se alejó, dejándome completamente aturdido con cada una de sus acciones.

–Nos vemos luego –murmuró con su típica sonrisa torcida.

Me quedé completamente paralizado en mi lugar, intentado volver a respirar con normalidad, confundido y sorprendido por lo que acababa de pasar, sin embargo algo hizo clic en mi cabeza, de un segundo a otro dándome cuenta de todo.

Por la mierda, ahora no solo tendría que aguantar las golpizas de todo su grupo de idiotas, sino también sus actitudes de gay reprimido.

–Que se joda –arreglé mi cabello mientras murmuraba aquello, dispuesto a volver a la fiesta y buscar a Crystal y a Calum.