Hidden [Muke]

dos

                  

–¡Y este es por meterte con uno de nosotros, marica! –con su pie golpeó reiterada veces mis costillas, para luego salir corriendo junto con todo su equipo. Imbécil.

Estaba tirado en el suelo, con todo el cuerpo adolorido y con sangre saliendo de mi nariz y boca.

Diablos, pensé. El idiota de Calum tenía razón, al principio solo era el estúpido de Hemmings, pero luego de un par de golpes aparecieron más y más de sus amigos, dejándome totalmente inmovilizado.

Como pude me levanté del suelo y me dirigí al baño de hombres para al menos enjuagar mi cara, daba gracias a que Mamá llegaba tarde del trabajo y que Papá estaba en viaje de negocios.

Una vez dentro casi pego un brinco, mi cara tenía diversos hematomas rojizos que más tarde estarían de un color purpura horrible. Suspirando abrí el grifo de agua y tomé un poco con mis manos para luego esparcirlas por mi cara, limpiando la sangre de mi nariz y ceja, gruñidos se escapaban de mi garganta por lo poco delicado que estaba siendo, pero poco me importaba, me sentía impotente al ver como esos chicos me dejaron y por cómo no pude hacer nada para detenerlos.

–Te harás más daño si te limpias así – su voz me hizo sobresaltar y temblar, tenía miedo de que me volviera a hacer daño pero no era por mí, sino por cómo le explicaría a mi familia tener media cara molida.

–¿Qué haces aquí, Hemmings? –hablé más frío de lo que imaginé, aunque mi voz tembló un poco en cada palabra.

Él se encogió de hombros.

–Vine a fumar –hablo, mientras lo veía soltar el humo por su boca.

Traté de ignorar el hecho de que él se encontrara en el mismo espacio que yo y seguí tratando de limpiar mis heridas de la misma forma, pero lo que nunca creí que pasaría pasó.

–Haces todo mal, ven, déjame ayudarte – Me quedé estático en mi lugar, sin decir una palabra, mientras me apoyaba con las manos del lavamanos y agachaba mi cabeza suspirado.

Con más delicadeza de la que imaginé, me volteó con cuidado apoyándome en la pared, analizando mi rostro y girándolo levemente. Sonrió de lado.

–Te dejamos hecho mierda.

Gruñí nuevamente y fruncí mi ceño.

–Si no lo dices, no me hubiera enterado –Hablé sarcástico.

Soltó una pequeña carcajada y dejó su cigarrillo a un lado, tomó su mochila y sacó una pequeña botella de alcohol.

–Puede que duela –murmuró con la mirada baja, mientras humedecía el papel con aquel líquido.

Pasó el papel primero por mi ceja secando un ligero quejido de mis labios, por muy delicado que haya sido su tacto. Luego cuidadosamente pasó el papel por bajo mi nariz, pasando por la curva de mis labios y mi mentón.

–Listo –dijo en un susurro casi inaudible, mirando directamente a mis ojos.

Sacó el papel húmedo de su mano y lo dejó a un lado, sin embargo en ningún momento nuestros ojos se apartaron.

El azul de sus ojos era simplemente asombroso. Él podría ser un completo idiota, pero sin duda sus buenos atributos destacaban en cualquier parte, sobre todo sus ojos, sus hermosos ojos...

–Te-tengo q-que irme... –murmuró Luke recogiendo su mochila, para luego partir su rumbo lejos de mi rápidamente.

¿Qué mierda fue eso?

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Estoy editando esta verga y me doy cuenta de la horrible redacción que tenía wkkkw pero weno, pico, la voy a retomar porque la idea principal de esta fic me parece muy buena y no sé, me encanta skskkw

Besitos en el potito