CICATRICES DEL PASADO

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-¡¡¡MAMA!!!

-No grites Cristal.

-lo siento, ¿me dices donde está la harina?

Vi como mama se acercaba a la repisa y sacaba un paquete de harina, me entrego el paquete, y hay estaba otra vez esa cicatriz, siempre que le veo esa marca en su brazo recuerdo como la torturaron y como con cada golpe que le seguían dando sus ojos se iban apagando un poco más, a pesar de que tenía 4 años cuando paso eso lo sigo recordando, como le enterraban ese maldito cuchillo una y otra vez, hasta que se cansaron y le dispararon en el mismo lugar, fue lo peor sus ojos ya no brillaban.

-Gracias mama.

-Hey, pequeña no tienes por qué apenarte cada vez que ves mi brazo, ya estoy bien, no tengo nada más que una cicatriz.

-pero sufriste mucho, ¡qué pasa si vuelven!

-si vuelven, ¡qué más da, ahora soy fuerte, no pueden conmigo! Además esta Eduard!

-¡pero mama, te hicie......

-¡porque tanto grito!

Mi papa entro en la cocina, con su cara de pocos amigos, a veces me da miedo pero después de 15 años, ya te acostumbras.

-Eduard.... llegaste tan temprano, lo siento por los gritos.

-tú me pediste que llegara temprano, entonces aquí estoy.

-pensé que seguirías tu horario, ya que siempre que te pido que llegues temprano no lo haces.

Me encantaría ser como mama, siempre le habla firme a mi papa, no le teme, ni siquiera cuando él se enoja, ella sigue con su carácter fuerte y de una gran mujer.

-¿y para que querías que llegara temprano?

-¿olvidas que es el cumpleaños de tu hijo?, además tenemos que hablar de algo importante.

Los dos salieron de la cocina, dejándome sola, comencé hacer el pastel para el cumpleaños de mi hermano.

Por fin luego de 30 minutos ya está listo, lo deje en el refrigerador y corrí a la habitación de Aiden.

Entre sin tocar y ahí estaba el en la cama..... Durmiendo.

-¡Aiden, Aiden despierta!!!

Se removió en la cama y de a poco comenzó abrir los ojos.

-¿Qué pasa Cristal?

-¡ven corre!

Lo agarre de la cama, y corrimos al despacho de nuestro padre, le hice una señal de que tuviera silencio y ambos pegamos los oídos a la puerta.

Desde adentro se escuchó a mama hablar.

-Eduard..... ¿Te gustaría que alguien más se uniera a esta familia?

-Trisha, ya lo hemos hablado no quiero mascotas.

-Eduard no hablo sobre mascotas.......

Movimientos del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora