Alice P.O.V.
Tenía que salir de allí. Tenía la sensación de que algo iba mal, pero con Jacob, Seth y Leah en la misma habitación que yo, me impedían tener mis habituales visiones. Pedí mentalmente a Edward que me acompañara a fuera, lejos de la casa. En esos momentos, Edward era el único que me podía ayudar. Si le pedía a Jasper que me acompañara, sentiría aun más mi nerviosismo y no ayudaría nada. Necesitaba a Edward, que además si tenía una visión enseguida la vería, bueno la leería él, sin necesidad de explicárselo.
Carlisle les preguntó a los lobos si sabían lo que ocurría, y acto seguido me preguntó si tenía alguna novedad.
-No, lo único que he visto es una desagradable situación entre Aro y Sulpicia. Me ha causado un trauma-les dije con cara de asco.
-¿Para qué creéis que se debe la visita de nuestros "amigos"?-preguntó Emmett.
-No me gusta tener que decir esto, pero tal vez vengan a revisar el comportamiento de
Reneesme o de Bella-dijo Carlisle.-No creo que sea ésa la razón por la cual van a venir-dije-Si fuera algo así no sería tan importante como para necesitar a toda la guardia y tener que venir incluso ellos. Yo creo que quieren otra cosa, otra cosa de la que están prácticamente convencidos que no van a conseguir.
-Aunque aun no sé de qué se trata-les dije para intentar calmarlos. Todos me estaban poniendo cara de susto-¿Edward, me acompañas al bosque?
-Claro vamos.
-Alice, ¿pasa algo?-me preguntó Jazzy preocupado.
-No, es que con Jacob y los demás no puedo concentrarme ni ver nada. Necesito cazar algo y despejarme un rato. No te importa que vaya con Edward, ¿verdad cielo?-le dije dándole un fino beso.
-Claro que no princesa-me contestó mi amado con una sonrisa.
Edward me ofreció su brazo y nos fuimos corriendo hacia el bosque.
Cuando estuvimos lo suficientemente lejos de la casa, al lado del río, paremos.
-Alice, ¿qué pasa?-me preguntó mi hermano.
-Tengo una mala sensación. Tengo la sensación de que no vienen para nada bueno, pero no estoy segura. Vamos a cazar un poco. Tal vez si me alimento se me aclaren las ideas.
Edward y yo fuimos a cazar. Cuando acabemos me senté en una piedra que había junto al río. Edward se sentó a mi lado, sin decir nada, supuse que queriendo no desconcentrarme. No conseguía tener una visión, empezaba a desesperarme. Suspiré.
-Tranquila Ali-me dijo Eddie cogiéndome de la mano para intentar tranquilizarme-Y no me digas Eddie duende.
-Es que no consigo ver nada. Ya sabes lo nerviosa que me pongo cuando estoy "ciega".
-Tampoco hace tanto rato que no tienes visiones. Cuanto hace, ¿tres horas? Y además viste lo de Aro y su esposa Sulpicia.
-¡No me lo recuerdes! Jamás podré volver a mirar a Aro a la cara-le dije poniendo cara de sufrimiento.
-Eso espero duendecilla, espero que no tengas que volver a mirarlo a la cara.
Entonces tuve una visión.
**Visión**
Aro volvía a la sala donde se reunían todos. Iba solo. Se dirigió hacia su asiento, al lado de Cayo y Marco. Se sentó tranquilamente y le dijo a una chica que trajera a Jane, Félix, Demetri y Alec para hablar con ellos.
La chica desapareció. Los tres Volturis estaban sentados pacíficamente en sus asientos esperando la llegada de los cuatro miembros de su guardia.