Rain of stars

Uno

"Siempre me he preguntado qué estrella sería esa... hasta el día de hoy, aún no se si fue un sueño o fue realidad."

-¡Park! ¡Park Jimin!- el profesor llamó mientras pasaba la lista pero no obtuvo respuesta. -¿Alguien sabe dónde está Park?- preguntó a los estudiantes.

-Acabo de ver a Jimin hyung subiendo a la azotea.- contestó un compañero.

-¿Otra vez ha ido a tomar una siesta?-

-¡Vaya, vaya!- exclamó el hombre de mal humor. -¡Así que se dedica a saltarse las clases!-

Jimin sobre la azotea, miraba el el cielo sobre él "qué buen día hace..." pensó mientras sentía el aire puro chocar suavemente con su rostro.

-¡hyung!- una conocida voz lo llamó en ese instante, obligándolo a levantarse. -Ah, tu eres Park. Te has saltado la clase, el profesor está muy enfadado.- dijo el regordete niño frente a él.

-Tampoco era para tanto.- respondió Jimin mientras se ponía de pie. -Me estaba preguntando si es posible ver las estrellas durante el día.-

-¿Las estrellas?- preguntó el chico extrañado. -Pero sólo se pueden ver por la noche.-

-Hmm... es cierto.-

-¡Ah! hyung. Voy a hacer kimchi esta noche, ¿quieres venir a cenar?-

-¿Eh? ¡Ah claro!- Jimin tomó su mochila y la colgó en uno de sus hombros. -A ti te encanta el kimchi.-

-Bie...-

-Pero no puedo.- respondió enseguida Jimin. -Le han pagado ha mi padre hoy y esta noche vamos a cenar sushi. ¡Lo siento!- dijo Jimin mientras comenzaba a caminar hasta la puerta. -No te lo tomes a mal, pero no hay comparación entre el kimchi y el sushi. ¡El sushi es mejor!- exclamó.

-¿¡Qué!?- preguntó el chico algo ofendido. -V...¡Vale adiós!-

"Desde que acabé la primaria, siempre he estado rodeado de la misma gente. Aquí no hay ni tiendas de comestibles, ni cafeterías ni semáforos... esta ciudad está en el campo, muy lejos de la capital y los días se hacen muy monótonos. Pero tengo la sensación de que algo está a punto de suceder."

-Jimin.- lo llamó su padre mientras cenaban sushi en casa. -Tengo que irme Gwangju.-

-¿Ah?- el chico retiró los palillos de su boca confundido.

-Si, lo que oyes.- confirmó su padre. -Pero no creo que pueda soportar estar solo y por eso tu madre me acompañará. Y tú Jimin, irás a una escuela en Seúl y te quedarás con tu tío Seokjin.-

"¿¡Qué!?" pensó Jimin abriendo grande sus ojos sin creerlo.

-Lamento que sea tan repentino.- dijo esta vez su madre. -Pero tú siempre has soñado con vivir en Seúl ¿no?-

"Pero... ¡un momento!"

-Primero le preguntaré a tu tío a ver si está de acuerdo.-

-No...- Jimin tiró sus palillos sobre la mesa para ponerse de pie con enojo. -¡No pueden decidir estás cosas sin mi consentimiento!- exclamó con enfado. -¡Me están enviando a Seúl sin pensarlo! ¡y para colmo ni siquiera conozco a mi tío! ¡y aunque me guste la comida de Seúl, me da igual!- Jimin seguía hablando con enfado. Él chico no permitiría que sus padres lo enviaran a Seúl sólo por que ellos lo quisieran. -¡Lo que intento decirles es que puedo quedarme aquí y vivir solo!-