Rain of stars

Treinta y siete

-Ah... cuando se trata del domingo, es sólo trabajar medio tiempo o no hacer nada en absoluto. Siento que estoy perdiendo mi juventud.- Jackson soltó un suspiro reclinándose sobre el acolchado asiento de la cafetería.

-Trata de soportar un poco más.- lo animó Namjoon. -Estás ahorrando para comprar una guitarra ¿verdad?-

-Nop, compraré un computador.- respondió antes de caer en cuenta de algo. -Ahora que lo recuerdo, sobre la reunión con los chicos, ¿crees que realmente lo hicimos por Jimin?-

-Bueno, parece que fuimos capaces de animarlo un poco ¿no?- Namjoon miró a su amigo de reojo.

-Espero que si pero, de todas maneras, me pregunto que tipo de personas le gusta a Jimin.- dijo el chico pensativo.

-Uhmm...- Namjoon a su lado analizó por unos momentos la situación. -En mi opinión, creo que él estaría mejor si se enamorara de alguien de nuestra edad. De esa manera siempre podrá encontrar apoyo las veces que necesite.-

-Sólo dices eso porque estás saliendo con una chica de tu edad.- rió Jackson para molestarlo.

-¡Eso no es verdad!- se quejó Namjoon provocando más risas en su amigo.

-Oh, bueno. Estoy seguro que Jimin sabrá cuando encuentre la persona correcta para él.-

...

Jimin tomaba con fuerza la chaqueta de Yoongi como si fueran niños de preescolar mientras seguían avanzando por el abarrotado lugar.

"Yoongi está caminando lento. El hecho de que me invitó hoy... ¿es porque él quería animarme un poco?" Jimin miraba la espalda de Yoongi como si quisiera saber sus pensamientos. "Ahora que lo pienso, Yoongi siempre ha estado allí cuando más lo necesitaba" Jimin recordó cada una de las veces en que estuvo en problemas y Yoongi estuvo con él. Como cuando se perdieron en el bosque en el paseo escolar, o como cuando Jimin idiotamente había preparado un emparedado para Jungkook y Yoongi terminó comiéndolo haciendo sentir el corazón del menor más aliviado, o como aquella oportunidad en navidad, cuando el mayor le regalo la bufanda por su cumpleaños.

-¿Qué pasa?- Yoongi observaba al menor por sobre su hombro como este lo miraba con tanta atención.

-Na... nada.- respondió el bajito alarmado al ser sorprendido.

Caminaron unos cuantos pasos más hasta que finalmente llegaron al restaurante de sushi. Jimin podía ver como un aura celestial rodeaba aquel recinto.

-¡Waaa! increíble, justo como el libro guía decía.- Jimin miró el lugar como si no lo pudiese creer. -¡Escuché que el calamar de aquí es delicioso!-

-¿Eh? ¿Quieres comer calamar antes de sushi?- preguntó Yoongi divertido.

-¡Está bien! siempre tengo un espacio especial en mi estómago para el sushi!-

-Bueno entonces entremos.- Yoongi había dado un paso para entrar al lugar pero Jimin lo retuvo.

-¡Espera!- exclamó apuntando con uno de sus dedos un puesto de mariscos como si fuera un niño pequeño. Sin mas que hacer Yoongi suspiró y lo acompañó hasta el puesto de comida para comprar uno pero Jimin finalmente terminó comprando 3.

-¡Papá!- el grito de un niño se escuchó y ambos voltear a ver a Yoonjung que se acercaba corriendo hasta ellos. -¡Son Jimin y Yoongi!-

-¡Buenas tardes!- saludó el bajito hasta el señor Min y el niño. -Ha pasado un tiempo.-