Rápidamente nos adentramos al departamento dejando a los dos chicos en frente de nuestra puerta. Me tira hacia una de las paredes estampándome en ella para luego dejarme caer lentamente.
-¿Me voy un rato y ya te estabas tratando de ligar a otro?-me dice roncamente. Comienzo a temblar por lo que venga después - ¿Qué tengo que hacer para que te quedes en casa como una novia eficiente?- No lo quiero saber tampoco yo, siempre lo soy.
De repente sonríe. -Ya sé que haré contigo- de su maletín saca unas pastillas -Había pensado no usarlas, pero no me dejas de otra- son de un color ámbar.
Observo que de la cocina trae un vaso con agua y se agacha hasta mi. -Abre la boca- me niego completamente y recibo un golpe en el abdomen - ¡Te dije que abras la boca!- no me queda más que abrir la boca, siento que introduce tres pastillas -Ahora trágalas, no las mastiques- pone el vaso a la fuerza en mi boca, un poco del agua se corre por las comisuras de mis labios.
-Buena chica- me dice dándome palmaditas en la cabeza como si fuera un cachorrito, empiezo a sentirme aturdida y mareada, después de eso todo se volvió borroso.
Era tan bello, comencé a recordar sobre la primera vez que nos conocimos, era tan maravilloso, él un chico atlético y dedicado a sus estudios, en cambio yo una estudiante de canto y baile. Pensé que era mi persona indicada para toda la vida y apenas tuve una oportunidad me independicé de mis padres y vine a vivir con él. Tal vez ese fue mi error. Me apresuré en mis decisiones dejándome guiar por un vano sentimiento.
-Zoe... Zoe... - escucho que alguien me llama al igual que me toma en brazos como si fuera una bebé, abro los ojos lentamente encontrándome con la mirada de mi mejor amiga, Astrid Mackensy, empapada en lágrimas - ¿Cómo te sientes?
-Estoy bien- le digo con dificultad, me duele todo el cuerpo. Trato de moverme pero me es inútil, nada me responde como yo quiero, tal vez aquel golpe en el abdomen fue demasiado. Miro hacia la gran ventana de la habitación y se ve claro. Supongo que me quedé dormida toda la noche.
-Estos son los limites Zoe, no puedes seguir así- no era para tanto que dijera algo así, solo dormí un poco más de la cuenta... Y bueno también un par de golpes, pero se pueden sanar.
-Solo son pequeñeces aun me siento mareada y cansada, por eso se me dificulta hablar.
Se me quedó viendo enojada, mientras aun me sostenía en brazos - ¿Cuánto tiempo has estado así?- me pregunta, hablé con ella ayer antes de que hiciera la cena ¿Por qué me hace esa pregunta?
-Después de que hablamos por teléfono ayer, me puse a hacer la cena, después la cena no me quedo bien y pues Tayler salió a comer- omito la parte de los vidrios y el sexo, pero a juzgar por su mirada supongo que ya se lo imaginó.
-¡Zoe Lancaster! Hablé contigo hace tres días, no ayer, no me haz contestado el teléfono desde ese día, ni siquiera me fuiste a visitar y cada vez que le preguntaba a Tayler me decía que estabas en casa cansada, me preocupé demasiado y decidí venir aprovechando que Tayler no está- abrí los ojos más que pude sorprendida. ¿Tres días? No lo creo, para mi no han pasado tres días. Me siento en el borde de la cama para pensar con claridad un momento ¿Por qué estoy en la cama? -Dime la verdad, ¿Qué ocurrió en realidad?- me vuelve a preguntar, suelto un suspiro, con ella no tenía secretos.
Pero por alguna razón aun me siento adolorida y cansada. Me veo a mi misma con una ropa diferente a la que tenía la última vez, las marcas en mis muñecas eran de un rojo intenso, las cortadas con el plato habían cicatrizado, y ahora que veía mis pies también tenían unas marcas rojas como si hubieran sido amarradas, la cama tiene otras sábanas, todo está limpio y ordenado. No lo entiendo.
GRACIAS A TOD@S POR LEER :D BSS
BY : FIO <3
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Soy una cobarde
Romance¡Soy una Cobarde! ¡Una maldita cobarde! ¿Como puedo seguir dejando que el me trate como cualquier cosa? ¿Como puedo seguir soportando esto? ¡Pensé que nos amábamos! ¡Pense que era el hombre de mi vida! ¡Pensé que viviendo juntos todo seria perfecto...