Aquí estaré, my princess...

Amor Entrecruzado

— My Princess...– Esa voz resonó en la cabeza de Marinette, una vez más, la suave voz del gato tonto y coqueto aparecía en sus pensamientos, ¿Por qué no podía evitarlo?, ¿Por qué no podía sacarse a su compañero de combate de la cabeza?, ya había sido demasiada su insistencia con ella, o tan si quiera, con su contraparte, Ladybug. Tanta había sido aquella molestia coqueta, que parecía que olvidaba poco a poco lo que sentía por aquel rubio de ojos verdes, Adrien Agreste.

— Chat...... Chat espera...–Apenas pudo decir en un susurro, ¿Por que se encontraba soñando con el?, ¿Que pasaba realmente con Marinette?

No se podría estar enamorando. Tal vez, solo era por que Chat Noir había estado mas insistente de lo normal en los últimos días. No era en el sentido pesado y fastidioso, si no, que ahora que las cosas que le decía eran cada vez mas tiernas y sobre todo, mas tolerantes.

— Hey~ Marinette, ¿Estas bien?–Le llamó Alya, ambas estaban sentadas en las bancas de la escuela, al parecer la azabache se había quedado dormida en el hombro de Nino, el mejor amigo de Adrien. Abrió sus ojos pesadamente, reincorporándose en su lugar.

— Parece como si no hubieras podido dormir bien anoche, ¿No quieres ir a la enfermería?– Preguntó Nino, a lo que Marinette solo negó con la cabeza.

Se sentía mas cansada de lo normal, se había estado transformando en Ladybug con frecuencia para el patrullaje nocturno y claro, la guardia matutina y de la tarde que tenia que estar haciendo. Había aparecido un nuevo villano, un nuevo akuma, este seguía suelto por la ciudad de París, ninguno de los dos lograba saber quien era, que hacía, donde estaba resguardado su akuma. Los únicos datos que tenían de el eran muy limitados.

"Es peligroso", "No sabemos que figura tiene realmente", "¿Acercarnos cuando ataca?, ni que estuviera loco". Esas palabras y muchas mas eran las que mantenían los ciudadanos con ChatNoir y LadyBug, muchos temían de aquel villano sin saber realmente que era.

Llegaron a pensar que HawkMoth podría haber salido del lugar en donde se estuviera escondiendo y atormentar la ciudad por su cuenta, aunque Chat llegó a una conclusión muy grande.

"Es demasiado cobarde para tomar los Miraculous por cuenta propia, ¿Para que crees que manda akumas?, solo son sus plebeyos sirviendo a una mariposa en el trabajo sucio."

Podría ser cierto aquello, podría no serlo. No tenían sospechosos por el momento.

— Tranquilos.– Les respondió con una pequeña sonrisa, estirándose en su lugar, mirando de un lado a otro con detenimiento.— Creí que ya habían comenzado la clases... ¿D-Dónde esta Adrien?

— Dijo que hoy llegaría un poco tarde, se ha quedado dormido. Hubieras escuchado la reprimenda que le daba Natalie tras la puerta.– Contestó Nino, tomando la mochila de la azabache para seguidamente levantarse.— Ven, te llevaré a la enfermería.– Marinette negó con las manos abriendo sus ojos un poco, a lo que estos le permitían.— No te ves muy bien, es preocupante verte sin ese brillo en los ojos.

— A Marinette le brillan los ojos con cada cosa lujosa que vea.– Interfirió Chloé, a lo que los dos morenos fruncieron el ceño, Marinette solo la miró un poco, para bajar la mirada.

Ni si quiera de defenderse tenía ganas. Era lamentable.

Chloé la miraba con desprecio y arrogancia, como normalmente solía hacerlo, solo que esta vez era un poco mas... Excesivo. Su rivalidad se notaba mas que antes por alguna extraña razón, y Marinette era quien estaba perdiendo la batalla.

La ojicielo se levantó de la banca en donde estaba con sus amigos, tomando con delicadeza su mochila de las manos del moreno, dedicándole una última sonrisa a ambos para caminar a otro lugar, ignorando, con éxito, a la rubia y a la pelinaranja.