Le había perdonado tantas cosas pero esto era demasiado, tenía una mezcla de sentimientos que ni siquiera yo sabía que hacer conmigo misma, era odio, rabia, bronca, impotencia, tristeza pero por sobre todo decepción. Exactamente a las 4 de la tarde ya tenía mis maletas hechas y había recogido cada objeto de su casa, que aún era mi casa, y estaban metidas en el auto.
Para cuando llegó estaba sentada en la mesa de la cocina con una jarra de agua, y mirando hacía el ventanal esperándolo. Escuché la llave girar en el pomo de la puerta y fue ahí cuando junté cada partecita de la dignidad que me quedaba y lo enfrenté para decirle toda la verdad.
Él, como siempre, llegaba con su sonrisa seductora de un blanco inmaculado, su camisa ajustada al torso y esos pantalones que eran de ensueño, él simplemente lo era todo. Mi vida era soñada. Yo creía que era feliz.
Cuando vio la casa sin todos los adornos y me vio sentada con la cara seria y la cartera sobre la mesa, desapareció la sonrisa que en su momento me enamoró, en sus ojos apareció una cierta vacilación con algo de dudas y quizá hasta un poco de miedo, lo último no lo puedo realmente afirmar.
— ¿Qué pasó con la casa y por qué llevas el bolso?, ¿y por qué tiene esa cara? ¿Liz qué ocurre?
Creo que por segundos vi vulnerabilidad en sus ojos.
— Tom debemos hablar.
Besé su mejilla con lágrimas en los ojos, y aunque quería y mi corazón gritara que le creyera no pude.
Cuando cerré la puerta de la casa y salí caminando hacia mi auto sólo me di vuelta una vez para ver cómo me miraban aquellos ojos que alguna vez fueron míos pero seguí; nada podía deshacer lo que yo había visto y con eso era suficiente mi historia con él acabó.
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No hay nada después de ti.
RomanceSi estás buscando amor, tienes que saber que él aquí no está. Solía creer que el amor lo conquistaba todo. No quiero verte ir, quiero verte reír. Dime que ahora no es el final... Porque a veces irse de algunos lugares, también es cuidarse. Alejarse...