Capítulo XVII

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El beso duró más de cinco minutos aproximadamente, muy poco para mí, no era lo suficiente. Era mi turno, hice el mismo procedimiento y saqué una tarjeta...

-"Hacer el amor con tu contrincante"- leí y él me miró sonriendo -si hacemos esto, no habrá más juego-

-Prefiero estar contigo en la cama que estar estudiando o jugar a este juego erótico-

Se puso de pie y me extendió su mano para ayudarme a ponerme de pie. Miré a mi alrededor y me di cuenta de que no había cama.

-No hay cama-

-¿No quieres hacerlo en el piso?-

-El piso está frío- mordí mis labios viendo sus ojos tentadores.

-Coloco una manta y problema resuelto- antes de responder él fue corriendo a las cajas y sacó dos mantas gruesas extendiéndola por el frío suelo. Al regresar juntó sus manos con las mías y me miró directamente a los ojos. -Antes de hacer esto quiero hacerte saber una cosa. Hacer el amor es una cosa muy distinta a tener sexo. _______ me gustas mucho... perdóname por hacerte saber de esta forma, pero desde la primera ves que te vi, no quité mis ojos de ti. Te Quiero-

Me asombré al escuchar esa confesión. Yo no estaba asustada, estaba feliz de haber escuchado eso de sus lindos y sabrosos labios. Mi estómago estaba lleno de mariposas revoloteando sin parar, el piso, el piso no dejaba de temblar, mi mente hacía ver ángeles y corazones en el aire, era hora de decirle que él a mi me gusta mucho, más allá del sexo. Él me gusta demasiado.

-¿Sientes amor por mí?-

-Sí-

-Entonces hagamos el amor porque yo también siento amor por ti Ross- Una dulce sonrisa apareció en su rostro, una sonrisa que te alegra el día, una sonrisa que te hace sentir bien contigo misma, una sonrisa que volvería loca a todas las chicas del mundo.

Me acurrucó en sus brazos y me besó el cuello, nuestras respiraciones chocaban en nuestros rostros. Sus manos inquietas fueron directo a mi trasero y lo apretó tan fuerte que me hizo gemir.

-Hazlo otra vez- dije con la respiración agitada, él volvió a hacerlo, estaba excitada con tan solo un toque de él, era increíble. Besé suavemente su boca, tocando su abdomen mientras él seguía tocando mi trasero. Nos fue encaminando hasta acostarnos en la manta.

-No quiero que nadie te haga el amor como yo te lo hago. No quiero que nadie te toque como yo lo hago- Su lengua jugaba con la mía y su mano acariciaba mi vientre y fue moviendo sus manos hasta dentro de mis pantalones. Poco a poco fue quitándome mi camiseta dejando ver mis pechos en su sostén.

-Tus pechos son míos ¿bueno?-

-¿Acaso no son míos?- Bromeé y él me beso.

-Míos y tuyos. Tuyos y míos. Pero más míos que tuyos- fue desabrochando mi sostén y luego los tiró a un lado. Metió un pezón a su boca mientras jugaba con el otro, poniéndolos duros y rojos.

-Hazlo más rápido- dije suplicando por más placer.

-Tranquila princesa- se puso a horcajadas encima de mí y de un pestañeo se saco su camisa. -Y esto es tuyo- sonreí y nos sacamos toda la ropa.

-¿Te gusta?- preguntó y yo asentí, abrió mis piernas y sacó un preservativo de sus bolsillos, lo introdujo en su gran y erecto pene y luego me penetró suavemente para sentir el placer. Cada embestidad me gustaba, suave o brutal era lo misma, era perfecto cuando lo hacía con él.

Ambos estábamos sudando, besé sus ojos y luego u nariz, su barbilla y por últimos sus perfectos labios.

-Te quiero- murmuré y el sonrió. Yo estaba encima de él a espalda, me levantó y puso su miembro a buscar mi intimidad -Mmmmm-

-Penétrame otra vez Ross, pero esta vez fuerte y duro- él no lo dudó y me penetró tan fuerte que hizo que grita y arqueara mi espalda de placer.

-Esta va por mi cuenta- dijo penetrándome más duro.

-¿Qué somos nosotros?-

-Somos lo que tu quieras mi princesa- dijo abrazándome y besándome.

-Dime tu-

-¿Quieres ser mi novia?-

-Sí Ross, si quiero-

-Entonces de ahora somos novios...-

Sexo Con Mi Hermano (Ross Lynch & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora