Capítulo XXX

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El parto duró cuatro horas aproximadamente, sólo vi a los bebés por dos minutos y luego me los quitaron para la operación, tuve que despedirme de la niña, Harry, Ross y yo llorábamos a más no poder.

Claro que mi madre también pero sus llantos no se comparaban con los de nosotros tres, ¿y mi padre? Seguramente en casa con sus botellas.

Ross no paraba de llorar, quería abrazarlo pero no podía ya que estaba adolorida, pero Harry se encargaba de hacerle sentir mejor.

Según los doctores, la operación duraría alrededor de cinco horas y que me quedara tranquila, que ellos sabían lo que hacían.

Mamá me preguntaba cómo se llamaría el bebé y si llevaría mi apellido o el de Harry, los tres nos miramos y no sabíamos qué decir.

-Mamá... eso lo discutiremos en unos días, ahora no- Teníamos que decirle a mamá que ese niño no era de Harry sino de Ross.

Pasó una semana del nacimiento, no veía a menudo a Ross, solo los fines de semana y en esos solo nos encerrábamos en nuestras habitaciones, nos besábamos y nos contábamos como fueron nuestros días.

No había un día en el que Ross me contara que le fue bien, las veces que podía preguntarle me decía que le iba peor y que Cameron, el hermano mayor de Sierra siempre le molestaba por el fallecimiento de uno de sus bebés.

¡Qué irónico! Antes era Ross quien me contenía y protegía, ahora los papeles eran al revés, el sufría y se cortaba y yo lo contenía con abrazos, mimos y palabras.

-¿El niño duerme?-

-Sí, está con mamá en su habitación. Nos da tiempo de besarnos- bromeé.

-Entonces prepara tus lindos labios- nos acercamos poco a poco y nos besamos. Era un beso apasionante, esos besos que te hacen sonreír, ver cosas que no existen... esos besos que te hacían sentir de lo más bien.

Me eché en la cama para darle una buena posición a él, colocó sus brazos uno en cada lado de mi cabeza y sentándose arriba mío.

Yo desprendía los botones de su camisa blanca mientras gemía en respuesta.

-Te amo, nunca lo olvides- dijo él -Prométeme que me amarás siempre-

¿-Una promesa? Ross yo te amo demasiado y te amaré siempre, no hace falta prometer-

-Entonces prométeme que estarás bien-

-Te lo prometo mi amor- se quitó la camisa y luego sacó mi playera.

-Eres hermosa-

-Tu...- el grito de una mujer nos asustó e hizo que Ross cayera de la cama.

Era mamá viéndonos horrorizada.

Ross se levantó del suelo y se puso la camisa rápidamente y mamá avanzó hacia él dándole una fuerte bofetada y agarrándole del cabello.

.Después salió corriendo mientras lloraba y gritaba diciendo que llamaría a la policía.

Ross me abrazó y luego me besó para decirme:

-Me denunciará-

-¿Qué?-

-Me denunciará... seguramente piensa que te estaba violando. Debo escapar-

-¡No! le diremos que tu y yo nos amamos- Ross me miró triste tomándome de los hombros.

-Sé lo que digo, me denunciará por violación-

-¿Cómo lo sabes?-

-Porque llamó a la policía. Escúchame... papá me mandará a la prisión sea no sea inocente... papá ya no es el Mark de antes- comencé a llorar.

-No llores. Yo te amo y tu me amas. ¿Confía en mi?- asentí -Iré a mi casa y pensaré en algún plan, no hagas nada- otra vez asentí.

-Nos vemos pronto- me dio un largo beso y escapó por la ventana pero antes de escapar me dijo "Te amo infinitamente"  

Mamá volvió a mi habitación roja de la furia abrazándome y diciéndome que todo pasó y que yo estaba bien.

En verdad pensaba que Ross estaba abusando de mi, me retiré viéndola asustada y llorando, no sabía que decir, estaba muy asustada... aterrada sin saber qué hacer.

-¿Escapó?- yo seguía en el estado de no saber que hacer, ella miró la venta que estaba abierta y habló nuevamente.

-¡El hijo de puta escapó!- sirenas se escuchaban y mamá bajó a abrir a los policías.

Dos policías se me acercaron y dijeron que tenía que ir con ellos por seguridad. ¿Cuál seguridad? Quería estar con Ross joder, mis lágrimas volvieron a salir y por fin dije algo.

-¡Es inocente, no le hagan daño yo lo amo!-

-Señorita, ¿él la amenazó?-

-¿Cual amenaza? ¡Mierda! ¿No entienden? Yo lo amo y él a mí. No quiero que lo lleven a prisión ¡Retiro los cargos!-

-Lo siento jovencita, esos cargos lo hizo la señora de la casa- dijo el policía gordo. Mamá entró a abrazarme y lloraba.

-¡Maldita sea, retira esos cargos!-

-No lo haré, ese criminal debe estar bajo rejas-

-¡Retira los cargos te digo!- grité haciendo que el bebé se despertara.

Mamá no hacía caso y les dio a los policía dirección de la casa de Ross.

Me eché al piso a llorar, estaba perdida, tenía miedo de que a Ross lo encarcelaran, tenía miedp de lo que iba a hacer papá, mamá no me escucharía y eso era lo peor.

Sexo Con Mi Hermano (Ross Lynch & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora