CAPITULO III

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-"ouch!"-exclamo cuando me quemo la oreja con la buclera.-"mierda."

Voy hasta el tocador y me miro al espejo. Mi oreja esta colorada y puedo sentir como me palpita.
Estúpida Olivia pienso para mis adentros.
Igualmente sé que me veo bien. Puede que suene engreída pero es la verdad. El vestido al cuerpo que llevo puesto tiene un pronunciado escote en "V" que es muy sentador y mangas largas. Sin duda resalta mi figura y su color rojo Va muy bien con mis ojos verdes y mi cabello castaño claro. Soy un reflejo casi idéntico de mi madre a mi edad.

Afuera en la calle reina un silencio inquietante. Pero no mas que en la casa. Puede que tenga muebles de primera en todas las habitaciones y cuadros de reconocidos pintores, pero aun así, nunca la había sentido tan vacía y fría.

Antes solía estar siempre llena. Recuerdo haber hecho fiestas secretas cuando mis padres asistian a algun evento de caridad o mi tía se juntaba con su grupo de "bridge". una vez mama y papa decidieron volver antes de lo previsto y tuve que echar a todos los invitados por la ventana de mi cuarto! aunque lo logré Después tuve problemas para justificar todas las latas vacías y restos de comida que habían quedado en el living.

También siguen las marcas en el corredor de la entrada de cuando jugaba al hockey sobre rollers con Agnes. Me acuerdo que estaba tan emocionada por haber anotado un gol, que no paraba de alardear y por no estar mirando al frente, me lleve puesta la pared y cai para atrás. Agnes se empezó a reír mientras venía a socorrerme. Yo también me reí y al instante mi amiga se quedo pálida del horror.
-"Tu..."-logró musitar mientras me señalaba la boca con horror.

-"¿Que pasa?"-dije mientras me llevé la mano a la boca.
Y en ese momento me di cuenta que me faltaban cuatro dientes de arriba que mas tarde encontré tirados en el piso.
Lo que llore ese día no tiene comparación. Lo único rescatable fue que recibí una buena recompensa del hada de los dientes.

Por mas vacía que se sienta la casa, esta llena de recuerdos. Y eso duele. Son momentos que están tan atrás en mi vida que al pensar en ellos, hace que me sienta como si estuviera viendo una película. Es la vida de otra Olivia Burke que definitivamente es muy distinta a la que ahora tengo frente al espejo. Resulta difícil creer que todo eso pasaba hace unos pocos años.

10:55...11:03...11:07. no puedo parar de mirar mi rolex.
Los minutos pasan demasiado lento y Agnes no llega. No es que ella se caracterize por ser una persona muy puntual, pero la verdad es que no veo la hora de largarme de este deprimente conjunto de puertas y paredes sin vida. De distraerme un poco, aunque no sea mas que por un par de horas.

Timbre. Al fin. Bajo las escaleras y ahí esta el porshe violeta que me trajo a casa tantas veces.

- "Desde cuando mi amiga es una "Victoria Secret Angel?"-grita Agnes mientras baja la ventanilla del auto.

-"Shh"-me llevo un dedo a los labios- "Vas a llamar la atención de los paparazzis"- le respondo en broma mientras subo en el asiento del acompañante.

Ella sonríe.

-" Perdón por la tardanza. Es que tuve que hacer una pequeña parada antes de venir."

- "Parada? Para que?"

- "Para comprar..."- dice con tono triunfante y revuelve una bolsa para sacar algo que no logro ver que es- "Esto!"

En sus manos sostiene una botella de vodka como si fuera un bebé frágil y se pudiera quebrar con solo mirarla.

Arqueo una ceja.

-"Vodka? Encerio? Agnes sabes que no tomo alcohol. te lo dije mil veces."

- "Como hace dos semanas me dijiste que querías ser vegetariana...Pero bueno si no queres esta bien"-dice de manera compradora - "En ese caso gasté veinte dólares para nada."

Abre la botella y toma un sorbo. Me la ofrece.

- "Mira que es del mejor eh"- sigue intentando convencerme.

Antes de que pueda seguir hablando le arrebato la botella y tomo un trago mas largo de lo preferible.

El alcohol me quema la garganta y siento burbujitas en mi interior. Tengo que ezforzarme para no devolverlo todo pero aun así no puedo ocultar mi cara de repugnancia.

Agnes se ríe a carcajadas.

- "Bueno bueno, ahora ya podemos avanzar de una vez?"- pregunto cuando le devuelvo la botella todavía asqueada.

Ella recobra la compostura y se lleva una mano a la frente como hacen en el saludo del ejercito.

-"como usted diga jefa."

Tras decir esto, acelera a toda velocidad y nos mezclamos en el bullicioso tráfico de Manhattan.

Tardamos aproximadamente media hora en llegar al Upper East Side y otros diez minutos en encontrar la casa de Jenny.

Cuando finalmente entramos en el penthouse, el ruido y el calor de los cuerpos bailando y entrechocándose me producen martillazos constantes en la cabeza.
La sala de estar es muy amplia pero aun así la claustrofobia me encierra y se me nubla la vista. estoy acostumbrada a las fiestas y a todo lo que estas conllevan ( el griterío constante de la gente, las remeras sudorosas y los chicos babosos) pero igualmente no puedo decir que eso me agrade.

Una mano fría y mojada me toca la Parte baja de mi espalda desnuda y se me pone la piel de gallina.

- "Pero si es nada mas ni nada menos que Olivia Burke!" -Grita una voz ronca.

Me doy vuelta y veo que es Max.

Su cachetes están rojos por el alcohol y me doy cuenta que esta necesitando toda su concentración para no caerse. el vaso que tiene en la mano se tambalea peligrosamente antes de caer. Afortunadamente lo agarro antes de que se estrelle contra el piso.

- "Es bueno verte a ti también Max!"- digo ofreciéndole el vaso

-"Gracias sseñorita, ha salvado mi vida"-dice haciendo un intento de reverencia antes de quitarme el vaso.

-"No creo que haya mucho que agradecerme. En todo caso lo único que hice es contribuir a la resaca que te espera mañana que será más grande que todo Manhattan."- digo entre risas aunque va en serio.

-"Entonces hagamos que valga la pena."-al escuchar el cambio de canción me dice- Me haría el honor de concederme esta pieza?

-"Creo que voy a pasar."

Nunca encontré atractiva la electrónica y mucho menos bailable.

-"Alguien se despertó gruñona hoy? Igualmente debo admitir que la soledad si que te sienta bi..."- balbucea tambaleándose pero no puede terminar la frase ya que un rubio alto que salió de la nada le clava un codazo en el costado para callarlo.

-"Disculpalo, se esta comportando como un imbécil."- me dice el rubio

-"No, no te preocupes, esta bien. Gracias de todas maneras."

El chico parece satisfecho con la respuesta porque sonríe y se marcha perdiéndose en la ola de cuerpos bailando.
A decir verdad, nno, no esta bien. Que hago acá? Nunca tendría que haber venido en primer lugar. Agnes tenía razon, fue un impulso estúpido. Y yo soy la única culpable. Agnes.

Me doy vuelta pero no la encuentro por ningún lado.

Genial, para hacer las cosas mejor acabo de perder a mi amiga.

-"Lo siento O, no se por que dije eso." Había olvidado que Max seguia parado ahí enfrente mío.- "Dejame compensartelo con un trago."

Mi consciencia me dice que no debería aceptarlo, que no es el momento adecuado para empezar a tomar. Pero otra parte de mí, una más caprichosa y reprimida dice justamente lo contrario. ¿Por qué no probar? Es lo único que no he intentado. Quizás ayude, quizás...

-"Que sean dos"- escucho decirme sorpresivamente antes de pensarlo con sensatez.

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⏰ Última actualización: Feb 16, 2016 ⏰

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