Capitulo 4

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Me desperezo y abro los ojos, me siento mareada creo que eh dormido demasiado, trato de darme la vuelta pero unos enormes brazos me lo impiden, espera un segundo, ¿dónde estoy?, cuando me doy la vuelta lo veo.
- ¡AAHH!- grito lo mas fuerte que puedo, lo aviento lo mas lejos de mi, desafortunadamente cae al suelo dándose un golpe en la cabeza.
- ¿Qué demonios te pasa mi luz? - me pregunta tocándose la cabeza.
- ¡¿Como llegue hasta aquí?! - le grito
- Yo te traje aquí porque te vi muy incomoda en ese sillón, ¿y porqué gritas? -
- Como que ¿por qué?, me despierto y tu me estas abrazando, ¿qué diablos te pasa a ti?, no suelo despertar con hombres, debiste imaginarlo - le digo molesta
- Si, lo sé, debí imaginarlo..... espera un segundo, ¿soy el primer hombre con el que duermes? -
- ¿Y a ti que te importa?, no pienso responderte - no podía creer lo que me estaba preguntando, es un idiota.
- Lo siento mi luz, es que no me pude contenerme al tenerte tan cerca de mí - lo dice levantándose del suelo.
- Ya te dije que no te conozco y no me llames así, no me llamo luz, mi nombre es - me interrumpe cubriendo mi boca
- No quiero saber tu nombre, aquí eres luz, mi luz - me dice en un susurro y se queda observando mi boca, después la toca, se va acercando y no puedo moverme, me quedo paralizada, observo sus labios son carnosos, quiero que me bese, quiero tocarlos, pero antes de que nuestros labios se toquen, el cierra los ojos y menea su cabeza negativamente.
- No debo hacer esto - sale de la recamara, dejándome confundida.
¿Que es lo que me pasa cuando estoy cerca de el?, me siento confundida, esto nunca lo había sentido con nadie, no puedo estar sintiendo esto, no de nuevo, además el es un delincuente, ¿qué te pasa Dira?, y para terminar se va de nuevo, dejándome aquí sola. Me levanto de la cama y voy hacia el baño pequeño, al entrar me doy cuenta que esta lo mas decente posible, bueno al menos es limpio, me dirijo hacia el pequeño espejo que esta ahí, me veo un poco pálida, mi color de piel es a perlado, pero creo que ayer fue un largo día, mi pelo es un desastre , es color negro azulado, lo herede de mi mamá, somos muy parecidas, aveces suelen decirnos que parecíamos hermanas, ya que me tuvo muy joven, a los 20 años ya me tenía en brazos, suelto un triste suspiro, la extraño demasiado, cuando me doy cuenta de que voy a comenzar a llorar decido lavarme la cara y arreglar mi cabello, pero no encuentro con qué, aquí no hay nada de mis cosas, ¡puf!, cuando estoy mas o menos decente salgo y a esperar de nuevo.
Estoy sentada en el sofá, cuando el entra.
- Hola - dice un poco tímido
- Hola - camina hacia donde estoy y se sienta a mi lado
- Escucha, lamento lo que paso hace rato, te prometo que no volverá a pasar - lo dice como si le doliera decirlo y yo me siento igual
- De acuerdo - nos quedamos un momento en silencio solo observando hacia enfrente, y recuerdo lo de su nombre. - Quería preguntarte algo -
- ¿Qué quieres saber? - pregunta algo intrigado
- Tu nombre - se queda un momento pensativo
- No tengo nombre - dice con desinterés
- ¿Cómo que no tienes nombre?, claro que tienes uno, vamos dímelo -
- Es enserio, bueno tal vez si tengo uno, pero no se nos permite usarlo aquí, así que puedes llamarme como tu quieras - entonces optó por otra opción
- Bueno, ¿Como te llaman aquí? -
- Me llaman Drake -
- Drake, es bonito - ¡Ag! Yo y mi bocona
- Gracias - me dedica una media sonrisa muy linda
- ¿Puedo pedirte una cosa? -
- Claro -
- ¿Puedo salir de aquí? - pero en cuanto se lo digo hace una mueca de que no es muy buena idea.
- Creo que eso es imposible -
- ¿Por qué? - pero me contesta con otra pregunta
- ¿Para qué quieres salir? Te vas a ir - su tono se vuelve frío, ¿no quería que me fuera?
- Si ya lo sé, pero es que me aburro demasiado aquí, tu al menos sales y solo me dejas aquí sola sin ni siquiera saber cuanto tiempo a pasado - le digo desanimada
- ¿Tanto me extrañas? - lo dice con un brillo en los ojos, no lo había pensado de esa manera.
- ¡Ja! No te emociones, es solo aburrimiento -
- Si te entiendo, pero debo hablarlo primero con el jefe, el es el que decide aquí ¿de acuerdo? -
- Si - espero que "el jefe" diga que si porque me muero de aburrimiento aquí.
- Otra cosa - el suelta su risita peculiar que comienza a gustarme.
- ¿No te parece que ya fueron muchas "cosas"? -
- Si, pero esta si esta en tus manos - creo
- De acuerdo, pero es la ultima "cosa" que te otorgo mi luz - me lo dice decidido
- De acuerdo - dudo un segundo en pedírselo o no - ¿Te puedes quitar la mascara? - duda un segundo en su respuesta
- ¿Para qué quieres que haga eso? - me pregunta confundido
- Para conocerte, ¿tal vez? - el solo se queda en silencio, como debatiéndose si hacerlo o no
- Debes prometerme algo si quieres que lo haga - trago saliva por que se me seca la boca, ¿no puede ser tan malo o si?
- Si claro - sus cejas se unen tratando de concentrarse
- Cuando te entreguemos, la policía va a investigar, si tu miras a alguien de nosotros, ellos nos encontrarían muy fácil, si tu les das pistas faciales, ellos nos retratarían y seria cosa fácil - lo dice con preocupación
- Si, tu lo has dicho, si les doy pistas, cosa que no haré, porque es eso lo que quieres que te prometa ¿no? -
- Si mi luz, pero esto no es cosa fácil, ellos son muy insistentes, además de que no quiero que tengas problemas después de esto, además no creo que el jefe este de acuerdo -
- ¿Tienes que obedecer todo lo que el te diga? -
- Si, si no quiero tener problemas -
- Bueno ¿te la quitaras o no? - por su cara veo que lo está considerando
- Esta bien, pero si alguien mas entra en esta habitación estando tu y yo la llevare puesta ¿de acuerdo? -
- De acuerdo - le digo un poco entusiasmada
Toma un poco de aire y en seguida comienza a quitársela.

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