Capitulo 2

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Cuando entro por la puerta trasera mi madre ya me espera con las manos en su cadera y una mirada que si fuera rayo láser ya me hubiera traspasado.
Me siento en el comedor y le miro.
-¿Otra vez te has quedado dormida en el jardín? - suelta con tono de reproche.
- Si, lo siento, no vuelve a pasar -
- Vaya, no se cuantas veces eh escuchado eso, ¿vas a cenar? -
- Si. ¿Y mis hermanos ?-
- Cada quien en su cuarto ya sabes-
- ¿No piensan cenar? -
- Ya lo han hecho mi vida -
Miro el reloj que esta en la pared y me doy cuenta que es mas tarde de lo que imagine. Faltan diez minutos para las ocho.
- Ah esta bien, oye ¿y papá cuando llega? -
- No lo sé, creo que le van a dar otro viaje -
Mi papá era trailero , así que aveces no estaba mucho en la casa, mi mamá toma el periódico de esta mañana, y vemos que han habido muchos robos y secuestros los últimos seis meses .
- Cariño debes tener cuidado - dice con un poco de preocupación
- Mamá no va sucederme nada, además tomo el camión aquí en la esquina de la casa, y  esos robos son en Piedras, ya te lo dije -
- Sí, y tu trabajas haya precisamente, puede pasarte algo, ¿ Y si no vas a trabajar mañana?, es que tengo un mal presentimiento cariño -
- Ma, sabes que no puedo faltar, después no completo la escuela -
- Ya sabes que no tienes que trabajar, tu papá puede pagarla -
- Si lo sé, pero mi papá ya me ha ayudado bastante, ahora yo tengo que pagarme mi universidad, así que olvídalo - le digo dando por terminado el tema.
Terminando de cenar, me doy un baño y me meto a la cama, cayendo en un sueño profundo.
Suena el despertador marcando las cinco de la mañana, mi rutina de todos los días, levantarme, arreglarme para mi trabajo, y tomar el camión en la esquina de mi casa, siempre me siento con una señora mayor, pero de complexión delgada, siempre platicamos de las cosas que nos pasan hasta llegar a la fabrica.pero hoy decido cerrar mis ojos y escuchar la música de mi celular, pero de repente un freno en seco del camión me obliga a detener la música.
- ¿Qué diablos pasa ? - Pregunta un hombre del asiento de atrás.
- ¡Son los asaltantes y están apuntando con armas! - dice el chofer un poco alarmado
El pánico se apodera en el camión y los pasajeros le ruegan al chofer que no abra las puertas del camión, diablos parece que debo hacerle mas caso a mi mamá con sus presentimientos.
- ¡ABRE LA PUERTA O VOY A DISPARAR! - dice alguien con la voz deformada desde afuera.
¡oh por dios!, el corazón se me empieza a acelerar, esto no puede estar pasando. El chofer asustado decide abrir la puerta y ellos entran, están vestidos de negro completamente y llevan unas máscaras negras de esas que cubren toda la cabeza, primero entra uno alto, apuntando con un arma, esta bien formado parece luchador, seguido entra otro, un poco más bajo que él.
- ¡GUARDEN SILENCIO! - dice gritándonos, después de que todos guardamos silencio vuelve hablar. - Bien, gracias, escuchen, no vamos hacerles daño, no tenemos mucho tiempo, ya saben quienes somos así que me ahorro presentaciones, la policía nos viene siguiendo y necesitamos dos rehenes para que nos deje en paz, así que lamento informarles que me llevare a dos de ustedes, no se preocupen las o los devolveremos, después de que las policía no nos siga, ¿entienden? - todos comienzan a suplicar que no lo hagan.
Diablos, odiaba esto, incluso si pasaba en las películas, nunca las devolvían, solo me quedaba quedarme quieta y no llamar la atención para que no me eligieran, no soportaría no volver a ver a mi familia. Pero tuve la torpe reacción de levantar un poco la cabeza para que aquellos ojos me captarán, el segundo asaltante me observo y sus cejas se unieron, como si me conociera y no pudiera creer que yo estuviera ahí. Eran unos ojos hermosos, de color esmeralda brioso, me quede paralizada como si de verdad me conocieran, pero jamás los había visto en mi vida, recordaría algo tan hermoso. El se acerco al que daba las órdenes y le dijo algo al oído que no logre escuchar.
- ¿Estas seguro? - preguntó el que parecía el jefe.
El asentó con la cabeza, y después el mas grande se dirigía a mi lugar de asiento, se quedo a un asiento de mi lugar y comenzó hablar.
- Bueno empezare con la elección, veamos -
El escogió a una compañera que estaba al lado derecho de mi asiento.
- Creo que tu vendrás con nosotros - dijo al levantarla del brazo.
- No por favor, tengo a mi hijo, por favor - le pidió la compañera llorando.
- No te preocupes te vamos a devolver sana y salva, vas a regresar con tu hijo, así que guarda silencio y camina - la arrojó a los brazos del otro asaltante . - Ahora me falta una, ¿qué tal tu cariño? -
El se arrodilló en mi lugar sujetándome del brazo, mi reacción fue aventarlo de un puñetazo, que por supuesto me falseo mi mano, vaya nunca había hecho eso, pero siempre lo quise hacer. El se enderezó y sonrío y volvió a sujetarme del brazo con mucha más fuerza, pero la señora que se había vuelto como mi segunda mama me sujeto.
- No por favor, no te la lleves, llévame a mi en su lugar, por favor.-
- ¡Suéltala!, créeme no era mi elección, así que déjala o te doy un disparo en esa mano metíche que tienes -
Le suplique con la mirada a la señora que lo hiciera, no quería que le sucediera nada malo por mi culpa, no lo soportaría, y lo hizo, el me levanto como muñeca por lo pequeña que era y me aventó hacia el otro asaltante.
- Vamos a llevarlas  a afuera, para que la policía las vea -
El me sujeto fuerte y me llevo con el, afuera estaba la policía, frente del coche de los asaltantes y en total había cinco coches de ellos y tres de la policía, pero sólo había 5 asaltantes afuera, el más grande sostenía una bocina de esas que usaba las policía para decirles que estaban rodeados pero ahora era al revés al parecer.
- ¡Escuchen tenemos a dos civiles, déjenos ir o las voy a matar justo aquí y acto seguido habrá una balacera!-
Mi compañera de secuestro dio un grito ahogado de un rotundo no, yo estaba asustada y temblando de miedo, no quería morir, aun me faltaba realizar mis sueños y además mi mamá no lo soportaría, me daba mucho miedo todo esto, y al parecer el asaltante que me sostenía lo noto y me sujeto mas fuerte, como dándome a entender que no dejaría que me pasara algo malo.
- ¡Suéltalas ahora mismo y los dejaremos ir ! -
- ¡Si claro, y dejar que nos sigan, ese nos es el trato que les estamos proponiendo así que o nos obedecen o las MATO! -
El policía al mando dio la orden de que bajaran las armas y los dejaran ir.
- ESTA BIEN, SE PUEDEN IR, NOLOS SEGUIREMOS,SOLO DIGAN DONDE LAS DEJARAN -
- LO SABRÁN EN UNOS DÍAS - él volvió hacia sus amigos .
- Chicos vámonos nos volvemos a salir con la nuestra -
Todos dieron gritos y aúllos de gloria, mientras nos retirábamos del lugar. Cielos ¿había dicho días?, creí que nos dejarían hoy mismo, ¿por que nos querían mas tiempo?, después de subirnos nos vendaron los ojos, no podía ver nada solo escuchaba ruidos, después creo que salimos de la carretera por que entramos a una que ya no estaba pavimentada, se podía notar por como se tambaleaba la camioneta, paso un largo rato y me estaba ganando el sueño, y me recargue sobre un cuerpo, creo que era el de mi asaltante, olía a un perfume suave un aroma como a campo que me recordaba el estado donde viví un tiempo con mis abuelos , siempre olía a tierra mojada y ese olor me encantaba por que eran los días más bonitos de mi vida, después me gano el sueño.

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