capitulo 14

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Hola chicos. Se que la historia ha dado un giro tremendo pero creia que debia hacerlo. Espero que os guste la novela y comenteis. Besos mis niños.

NARRA VANESA

Llevo tiempo sin ver a David y ya estoy mejor. El principio de la ruptura fue complicado. No importaba al sitio al que fuera, siempre había algún detalle que me lo recordaba y hacía que mis sentimientos se manifestaran en forma de lágrimas. Anbel, Mario y Víctor me estaban ayudando a olvidarlo. Sabía que iba a ser imposible olvidarlo por completo, me había llegado a enamorar de ese chico de una forma increible, pero si podría superarlo. Estoy segura de que Celia me habría ayudado, pero si le contaba mi relación con David seguro que me echaría en cara sus avisos y la verdad es que no me apetecía.

Mario era muy dulce conmigo. Siempre soltaba algún que otro comentario sobre estar juntos y me hacía reír. A Victor eso parece gustarle, o eso parece que intenta hacernos creer. Desde el día que lo besé en forma de broma estaba distinto, un poco distante, pero nada de lo que preocuparse. Mario me gustaba bastante pero no estaba segura de estar lista para otra relación. Con David todo parecia ir bien y al final se arruinó. No quería volver a pasar por eso.

- Vanesa - oí una voz a mi espalda y me giré- ¿Me das un abrazo? Necesito un poco de cariño despues de tanta brutalidad- dijo Mario mientras se quitaba los guantes de boxeo. Ultimamente acompañaba siempre a los chicos al gimnasio. Allí los veia pelear y hablaba con mi prima, su chico se había apuntado tambien. 

- Mario estas sudando -puse cara de asco al ver como unas cotas de sudor caían por sus brazos descubiertos- Cuando te duches te doy todos los que quieras. 

- ¿Y a mi?- dijo Victor desde atrás con cara de cachorrito. 

- No pongas esa cara, sabes que no te hace falta- me acerqué a él y rodeé su cuerpo con mis brazos. Apoyé la cabeza en su pecho permitiéndome oír el latido de su corazón, el cual iba un poco rápido. Sus manos pasaron por mi espalda repetidas veces. Mario frunció el ceño.

- ¿En serio se lo das a este y no a tu futuro marido?- Victor y yo nos reimos, aunque me dió la impresión de que él  un poco forzado.

- Primero,este es su mejor amigo. Segundo, para casarte con ella tienes que pedirme permiso. Tercero, si vas a ser su futuro marido te esperan un millones de abrazos, por uno que no te de no vas a morir.- cada vez me reía más. 

-Es que yo no quiero perder ni uno solo. - dijo fundiendo su mirada con la mía. Me acerqué y lo abracé con fuerza. Esas palabras me habían sorprendido tanto que no pude reprimir una lagrima

- Hey, ¿que pasa?- dijo preocupado mientras acariciaba mi mejilla con su mano derecha.

- Que eres perfecto-  sin vacilar uní nuestros labios encontrándome con el beso mas dulce que jamás me habían dado. Los ojos de Mario se abrieron de par en par y se alejó de mi. Me miraba confundido y yo simplemente asentí, haciendo que ahora fuese él el que me besaba.

Una fingida tos hizo que nos separásemos y viéramos a Victor de brazos cruzados mirándonos. 

- Perdone Don Victor, me gustaria hacerle una pregunta ¿Puedo salir con su hija? Si a ella le parece bien, claro.- Una gran sonrisa se apodero de mi rostro al ver la escena. 

- ¿La cuidaras y querras?- dijo Victor muy serio. 

- La querré más que a mi vida y hare todo lo que este en mi mano para cuidarla.- Me sentia especial en ese momento. 

-Anda ven aqui capullo.- dijo Victor con los brazos abiertos y Mario se lanzo a ellos. Entonces me dí cuenta, mi amigo seguía igual, todas esas miradas no eran mas que ilusiones mías. Di unos golpecitos en el hombro de este. 

Nos quiero juntos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora