Capítulo 6: Venganza

2.8K 136 31
                                    


-Guau –es lo único que dice Paul después de oír mi historia

El plan era que él me entretuviese a mí, porque no es que yo sea muy divertido. Quizá le haya impactado tanto como a mí cuando la viví. Aunque sigo viendo los restos del cerebro de Marcos, eso nunca podré olvidarlo.

-¿Guau? ¿Nada más? –pregunto

Él tiene la mirada perdida, parece que hasta está angustiado.

-Es que, no puedo ni imaginarme la tortura por la que has pasado. Yo simplemente vine con mis padres al instituto Z, y tuvimos la suerte de no sufrir ninguna pérdida, pero tú... –no termina la frase

El autobús frena en seco, haciendo que todos miremos por las ventanillas para mirar dónde estamos. Nos encontramos en un centro comercial bastante deteriorado, prácticamente todas las ventanillas de las tiendas están rotas y casi todas vacías de sus productos, un grupo de vivos ha pasado por aquí, y, me tranquiliza pensar que la especie humana sobrevivirá.

-Bien chicos, hemos llegado. Antes de salir os diré como nos repartiremos: Alex, Paul, Al, Expósito, y Mike irán al McDonalds a rescatar a la madre de Alex –hago una mueca de impresión al escuchar eso; no tenía ni idea-, no debería ser difícil. El resto iremos a investigar el resto del centro comercial en busca de objetos útiles. ¡Vamos! –anuncia Jeff, y se va junto con un grupo de gente a una zona que parece ser de productos varios

Lo ha dicho tan rápido que tardamos bastante en reaccionar. Todos en el grupo nos miramos entre nosotros y comenzamos a caminar. Tenemos que matar a unos cuantos zombis que se han acercado por el ruido del autobús. No conozco a ese tal Expósito, un chico de complexión mediana, pelo oscuro y ojos marrones, pero parece buena gente. Al recordar que llevo un arma de fuego la saco de la mochila y la pongo en mi pantalón trasero. Puedo necesitarla en una ocasión extrema.

Mientras caminamos por el centro comercial, puedo observar mejor la zona. Antes, probablemente habría sido un sitio muy bello, y lleno de vida, pero ahora está todo lleno de escombros en el suelo, y decenas de muertos vivientes caminan sin rumbo esperando una presa viva que morder. Que triste... pero supongo que no podemos hacer nada.

Estamos pasando por una tienda abandonada de cocina cuando veo a Alex bromeando con Mike. Otra vez esa sensación de extrañeza que me invadió en el autobús. Ya no estoy seguro de lo que siento, es todo muy confuso. Lo que sí que tengo claro es que no quiero que ellos dos estén juntos.

Sin saber lo más mínimo lo que estoy haciendo, me acerco a ellos dos y hablo, interrumpiendo totalmente su conversación.

-Hey, Alex, ¿puedo hablar un momento contigo? –miro a Mike- A solas

-Eh, claro, hablamos más tarde, Mike.

Mike se va con Paul y Expósito, dejándonos solos. ¿Por qué he hecho eso? No tengo la más mínima idea, pero por algo será. Como no sé qué debo hacer ahora, dejo actuar al instinto que ha procedido por mí, aun sabiendo que eso puede ser peligroso.

-Me... me gustaría que me enseñaras a disparar, porque... ya sabes, no es lo mío.

¿En serio? ¿Enseñar a disparar? Me acabo de decepcionar...

-¿Eso era todo? –pregunta arqueando una ceja, yo asiento- Pues si eso quieres, cuando volvamos te puedo enseñar.

-Gr... gracias –le digo, y ella me envía una sonrisa maliciosa mientras vuelve con Mike

Dios... que idiota soy. Probablemente se habrá dado cuenta, igual que Paul, que me mira con incomprensión. Éste se me acerca suspirando.

-Pero ¿qué tiene mi prima que os gusta tanto a los chicos? –pregunta con cansancio

ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora