Bendita esa lágrima
que ha caído de tus párpados.
Chica,
no le llores a otro cielo,
que aquí tienes mis lunares,
los cortes de mil retales
que sangran junto a tu boca.Redundante es la sensación
de otra mano si me roza,
y no es poca la sorpresa
que me causa tu desastre.Bendito el vendaval
que luces junto al desgaste
de tu garganta al vomitar.
Guapa,
eres arte,
y no quiero que sufras más.Soy adicto a tu huracán,
al tronar de tus pupilas
si cierras los ojos.
Cómo lucen tus manías
cuando no piensas en otros.No te ven las acuarelas
que encierras, tapando el rostro,
y ojalá que las descubran
un día que estés llorando.
Que te pinten un paisaje
en la espalda mientras duermes.
Nunca sabrás que está ahí,
pero llevarás la firma
de otros dos de mis pinceles.