Hi London (1D)

Destino Londres

( Irene )

¡Mierda! Parece ser que va a llover. Miré al cielo y vi una gran masa de nubes completamente negras. Llegaba tarde al instituto, otra vez, y pensar en la idea de volver a estar en el aula de castigo o también llamada aula "27" era algo que repugnaba. El aula 27 era una pequeña clase donde llevaban a los alumnos que no cumplían las reglas o que simplemente tocaban las narices de algún profesor y éste para "vengarse" los mandaba allí.

Notaba como poco a poco pequeñas gotas de lluvia caían en mi cabeza. Exactamente sobre mi pelo recién planchado. Miré el reloj. Eran las ocho y diecisiete minutos. Tenía que darme prisa o llegaría tarde, otra vez. El único consuelo que podía darme a mí misma era que ya quedaba poco para que todo esto acabara, estoy hasta las narices del instituto.

  - ¿Tú has visto qué hora es?, Si nos vuelven otra vez a meter en el aula de castigo, te prometo que te mato con mis propias manos.- Dijo mi adorable Moni. Mónica era mi mejor amiga y como de  costumbre me estaba esperando en la puerta del nuestro instituto, Zurbarán. 

 - Buenos días a tí tambien- dije con un tono sarcastico. - Lo siento, no encontraba la camiseta nueva que me compré el viernes, ¿te gusta ? -. Sabía que llegaba tarde y no quería la típica bronca de Mónica así que cambie de tema rápidamente.

 - Si si, preciosa. Ahora si no te importa entramos ya que tengo examen de filosofia.- Asentí y rápidamente entramos antes de que la lluvia nos empapara.

Las horas pasaron como de costumbre, muuuuuuuuuuuuuuuy lenta. Me daba la sensación de que cada vez que veía el reloj, las agujas retrocedían en vez de avanzar. Era viernes y estaba deseando llegar a mi casa para darme una buena ducha.

Cuando porfin el timbre sonó salí huyendo de la clase y busqué a Mónica quien no estaba por ningún lado. Pensé que se había ido a casa así que decidí acabar con la búsqueda.

Cuando llegué a casa encendí el ordenador. Todos los dias me metía en Twitter para ver si mis ídolos habían twitteado algo. Hacía bastante tiempo que era directioner, es decir, fans de One Direction. Yo era de esas pocas chicas que ven programas extranjeros como "The X factor". Me hice fan de un grupo de cinco chicos: Harry, Liam, Louis, Zayn y Niall. Cuando salieron del programa, sacaron un disco y fue ahí cuando toda esta locura empezó. 

Aquel día, como de costumbre, no habían escrito nada. Suspiré y apagué el ordenador. Tengo que dejar de hacer que mi vida gire entorno a ellos, ni siquiera saben de mi existencia. Estiré los brazos y las piernas, estaba realmente cansada. De repente un pitido me hizo abandonar mis pensamientos y una pantalla se iluminó. Era un mensaje de Mónica.

 " Mónica: Tengo algo que contarte, es muy importante. Es sobre .... Londres"

Me negué a esperar otro mensaje y rápidamente marqué su número de teléfono.

- Habla - Pasaba de darle vueltas a la tortilla, quería que Mónica fuera directa con el tema.

- He conseguido los papeles de la casa que queríamos alquilar. Solo falta ver el tema de los billetes pero... sí, nos vamos a Londres nena - Automáticamente mi corazón empezó a latir el doble. ¿Qué?

- Por favor dime que no es una broma - Estaba realmente emocionada. No me podía creer que mi mejor amiga y yo íbamos a mudarnos a Londres. 

Todo esto surgió durante las vacaciones de Navidad. Las dos llevábamos planeando vivir juntas desde los quince años. El día de nochebuena mi abuela nos contó que de joven vivió en Londres y que realmente es increíble vivir allí. Desde entonces Mónica y yo hemos estado investigando y convenciendo a nuestros padres para irnos allí. No teníamos pensado seguir con los estudios, básicamente porque no teníamos claro que queríamos estudiar.

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Sin darme cuenta, ya era Junio. Los exámenes finales habían acabado. Yo tenía aprobado todo y quedaban tres días para que Mónica y yo nos fueramos a Londres. Conseguimos alquilar un pequeño ático en la zona Este de la capital gracias a la ayuda de mi abuela y sus contactos londinenses. Ya solo quedaba ir y mudarnos completamente con lo único que nos faltaba, un par de maletas y unas cuántas cajas que mandaríamos por correo.

Estaba tumbada en la cama escuchando los 40 principales cuando llamaron a la puerta de mi habitación. Decidí bajar el volúmen. Incliné la cabeza y me encontré con mi madre apoyada en el marco de la puerta.

- Cariño, tu padre y yo tenemos un regalo para ti - Tenía las manos escondidas y suponía que entre ellas guardaba algo.

- Mamá, no hace falta ... Ya has hecho demasiado - Yo adoraba a mi madre. Sabía que la iba a echar mucho de menos pero la decisión ya estaba tomada. Me iba. 

- Por si acaso cambias de idea te dejo el regalo encima de la mesa - Mi madre lo puso encima de la mesa que tenía a mi lado y antes de marcharse de mi habitación, me dio un beso en la frente.

Me planteé seriamente el coger el regalo, Después de dudar unas cuantas veces más me decidí y me levanté. Encima de la mesa se encontraba un sobre azul decorado con flores. Lo abrí y me encontré con una entrada para un concierto. Una entrada para ver a One Direction. Espera, ¿Qué?. No me lo podía creer. - ¡One direction! - Grité. Intenté calmarme pero nada daba resultado. Comencé a observar y leer el papel que se encontraba en mis manos. No era una simple entrada, era una de esas VIP con pases exclusivos al backstage. Intenté respirar de forma calmada pero era practicamente imposible. En aquel momento quería saltar, cantar, bailar. Decidí dejar la entrada dentro del sobre y me senté en la silla del escritorio. Analicemos la situación: Estoy apunto de irme a ir a Londres a vivir con mi mejor amiga y mi madre me acaba de regalar una entrada única para conocer a mis ídolos. Jesús, que alguien me pellizque.