CAPÍTULO 2
(SE SUPONE QUE APARTIR DE AHORA SE HABLA EN INGLÉS PERO PARA QUE TODOS LO ENTENDÁIS SEGUIRÉ ESCRIBIENDO EN ESPAÑOL. CUANDO HAYA UN CAMBIO DE LENGUA INFORMARÉ)
Irene Cruz
Tres horas después de que Mónica y yo subiéramos a aquel avión, por fin nos encontrábamos frente a un alto edificio donde arriba del todo había un ático habitable, es decir, nuestra “casa” . Los días habían pasado volando y era difícil de asimilar que ya estábamos en Londres.
- ¿Preparada? – Suspiré profundamente y le dediqué la mejor de mis sonrisas a la morena.
El señor Brown, un viejo conocido de mi abuela, era el dueño del ático y nos lo había alquilado durante al menos un mes, hasta que encontremos o algo mejor o definitivamente queramos quedarnos aquí.
- Señoritas, síganme – El anciano sacó de su bolsillo un manojo de llaves e introdujo una de ellas, la más oxidada, en la cerradura de la puerta. Cuando ésta se abrió nos mostró una pequeña sala con escaleras al fondo y un par de ascensores a la derecha.
Miré a Mónica y luego al señor Brown. No parecía ser un lugar muy lujoso pero era suficiente. No puedo esperar tener algo mejor, esto es incluso mejor de lo que yo imaginaba.
- El ascensor es para casos especiales, será mejor que uséis las escaleras. Entiendo que no os cause gracia porque tenéis que subir más de doce pisos pero son normas del edificio – El señor Brown se encontraba frente a una pequeña mesa que estaba en medio de la sala.
- Ahora comprendo por qué el ático lleva años sin inquilinos – Me susurró Mónica con un tono bastante sarcástico.
- Disculpe señorita, mi oído no da para mucho. ¿Qué es lo que ha dicho? – El anciano era bastante torpe y tenía dificultad para hablar.
- Decía que el subir las escaleras me ahorrará apuntarme a un gimnasio – Reprimí una risa y al parecer Mónica también. El viejo hombre nos miró dudoso y después estornudó.
- Aquí tenéis las llaves. La más oxidada es la que abre la puerta exterior y la otra es la que abre la puerta de vuestra nueva casa – Las dos asentimos y yo aproveché para coger el par de llaves.
Mónica decidió hacer un par de preguntas al señor Brown y yo mientras comprobaba que no nos faltara nada, es decir, que todas las maletas siguieran estando a mi lado. Un sonido me alertó y para cuando me di cuenta, el viejo amigo de mi abuela se había ido sin despedirse – al menos de mí – y Mónica y yo éramos las únicas que se encontraban allí paradas, frente al montón de escaleras. Me paré a pensar si realmente iba a ser capaz de subir doce pisos con dos maletas.
- ¿Qué haces ahí parada todavía? Vamos Irene, estoy realmente cansada – Mi amiga se encontraba frente al ascensor, con sus pertenencias a su derecha, esperando mientras una luz roja informaba de que el ascensor estaba bajando.
- Definitivamente no, ya has escuchado al señor Brown, hay que ir por las escaleras – Escuché algo parecido a un quejido y segundos más tarde la puerta del ascensor se abrió. No, no. No pienso montarme.
- Tienes dos segundos para decidirte, yo desde luego no voy a cargar con todo esto durante doce malditos pisos – Mónica me miraba segura de sí misma y fue entonces cuando me di por vencida.
Después de repetirme mil veces que no volviera a dejarme enredar por Mónica decidí que este debate no me llevaría a ninguna parte y que ya lo hecho, hecho estaba. La puerta del ascensor se abrió, habíamos llegado arriba del todo, al ático. Lentamente sacamos las maletas – las cuales pesaban como cien elefantes – y nos paramos frente a la gran puerta. No había más a sí que deduje que el ático ocupaba toda la planta. Bien por nosotras.
ESTÁS LEYENDO
Hi London (1D)
FanfictionToda adolescente que acaba de cumplir dieciocho años sueña con irse de casa y vivir su propia vida ahora que por fin puede. Una cosa es irse de casa y otra muy distinta es irse de tu país. Este es el caso de un grupo de amigas que se mudan a Londres...