Mi amor imposible [PAUSADA]

Capítulo XV

Leticia POV

No me agradezcas, era lo menos que podía hacer, una chica hermosa como tú no merece ser tratada así. Sabes, de verdad me gustaría ser esa persona especial que te trate como lo mere... - Oh por dios que acabo de decir. ¿Acaso estoy loca? ¿Cómo se me ocurre decirle algo así? Bien Leticia cada día me sorprendo más de mí.

Me encantaría que fueses esa persona - ¿¡¿Qué!?!? Me dijo que quería que yo fuese esa persona. Este es el día más feliz de mi vida. Gracias Meri por traerme a esta estúpida fiesta. Eres la mejor amiga que nunca voy a tener. Te amo Prima.

Eh-eh yo... ¿Quieres ir a mi casa? – Ok eso estuvo muy raro, creo que lo mal pensó porque abrió muy grandes los ojos – queda cerca de aquí y quiero ir a buscar mi moto para llevarte a tomar el helado. ¿Recuerdas que te invite a tomar uno?

Oh sí, claro vamos – me contestó. Respire. En verdad esta chica me pone muy nerviosa. Nos paramos del banco y partimos rumbo a mi casa. Esta noche se iba a poner interesante.

Meri POV

Oye Anna ¿viste a Leticia por aquí? – le pregunté con la esperanza de que supiera donde estaba. Yo sé que ella nunca subiría a los cuartos por eso no verla aquí abajo me tenía algo nerviosa.

No sabes lo que paso eh. Tu amiga casi golpea a Nicolás y se llevó a Antonella. Seguramente la debe estar violando en su casa - ¿¡¿Qué?!? Leticia me va a tener que contar sobre todo esto mañana.

Ok, muchas gracias Anna. Ah hola Mara – saludo a Mara que acababa de llegar donde nos encontrábamos con Anna.

Hola hermosa, sabes tome un poco más de lo debido hoy y pues junte el valor para hacer esto – no tuve tiempo a reaccionar cuando los labios de Mara chocaron contra los míos. Me besaba desesperada como si estuviese deseando esto hace mucho tiempo. Cuando nos separamos la quede mirando a los ojos.

Vamos arriba – no dude un segundo y la arrastre hacia las escaleras.

Cuando llegamos al cuarto la apoye contra la pared y comenzó a besarla. Poco a poco fui bajando a su cuello. Sus manos vagaban por mi cintura, me tenía enloquecida. Mordí y bese una vez su cuello y la lleve hacia la cama. Me saque la camiseta y la tiré lejos, luego le saque su hermoso vestido rosado. Iba a estar más lindo en el piso. La observe por unos segundos. Su cuerpo era hermoso.

Hazme tuya Meri, estuve esperando este momento hace mucho tiempo – me suplico.

Me saque los pantalones y me subí a la cama. Le bese cada parte de su cuarto, cuando supe que estaba por explotar corrí sus bragas e introduje dos dedos. Al principio me movía lento pero luego empecé a embestirla cada vez más rápido hasta que por fin se dejó llevar llegando al orgasmo.

Saque mis dedos de ella y los chupe. Su sabor era exquisito.

Me tire a su lado y nos quedamos dormidas. Esta mujer tenía que ser mía para siempre.