Capítulo 8

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Castillo está inerte.

Su mandíbula está descolocada. Sus brazos flojos a los costados, los ojos muy abiertos, con preocupación y asombro y una astilla de intimidación y aunque mueve los labios, parece que no puede hacer un sonido.

Siento que ahora podría ser un buen momento para saltar de un acantilado.

Kenji me toca el brazo y me dirijo hacia él sólo para darme cuenta que estoy petrificada. Siempre he esperado que él y Adam y Castillo se den cuenta de que ser gentiles conmigo es un error, que va a terminar mal, que no soy digna de ello, que no soy nada más que una herramienta, un arma, un asesina encerrada.

Pero toma mi puño derecho en la mano tan suavemente. Cuida de no tocar mi piel mientras quita el guante de cuero, ahora hecho jirones y se queda sin aliento al ver mis nudillos. La piel está rota y la sangre está por todas partes y no puedo mover mis dedos.

Me doy cuenta de que estoy agonizando.

Parpadeo y explotan las estrellas y una rabia nueva tortura a través de mis piernas con tanta prisa que puedo hablar más.

Jadeo

y

el

mundo

d e s a p a r e c e

Miau.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora