Intrusa en Kappa Sigma

"Quieren guerra? Entonces guerra tendrán"

Recuerdan lo que sucedió ayer? De no ser así se los recordare yo misma, luego del partido de paintball los chicos dejaron salir unos comentarios como "Estoy orgulloso de compartir techo contigo", "No me molestaría que seas mi hermanita" o cosas así, no recuerdo muy bien. Si señores, soy la prima de Dory.  Volviendo al tema, esos comentarios me dejaron realmente desconcertada, tan desconcertada que llegue a creer ver un elfo danzando a lo lejos. El punto es que estos tres orangutanes a los que la pubertad les ha sentado demasiado bien son parte de Kappa Sigma. Si, como oyeron. No solo tengo que soportar a cuatro sudorosos y desordenados hombres, si no que debo de soportar a siete sudorosos y desordenados hombres! Alguien por favor áteme a una caja fuerte y tíreme al fondo del mar. 

- SAMMY! DESPIERTA ENGENDRO DEL DEMONIO!- Aporreo la puerta Max.

- Ya voy! Nunca se puede despertar como una persona civilizada en esta casa.- Rezongue dirigiéndome hacia el cuarto de baño.

- Oye, si somos civilizados. Solo que nuestra ascendencia del salvajismo es muy notoria.

- Seguramente no debes tener ni una idea de que es ascendencia y salvajismo.- Replique sonriendo de lado.

- No, pero sonaba lindo e intelectual.- Contesto soltando unas pequeñas carcajadas.

- Eres un idiota.- Comente quitandolo del camino.

- Así me amas!

- Estas seguro de eso?- Cerre la puerta del baño a mis espaldas y le puse pistilo. 

Me introduci en la regadera y bueno ya saben todo el proceso, a no ser de que no se bañen. Cuando salí me vestí con un short negro tiro alto, una camiseta con muchos rostros de aliens y mis adidas blancas con lineas negras.

La casa estaba muy silenciosa, esto no me pinta nada bueno. Cuando baje las escaleras me encontré con Alex en el sillón mirando un partido de fútbol americano y a los chicos atados y amordazados en el suelo.

- Pero que mierda esta pasando aquí?- Pregunte aguantándome la risa. 

Alex, gira su cabeza, sonríe y dice. 

- Estaban muy ruidosos y no me dejaban ver el juego así que opte por una de las tantas ideas que se han cruzado por mi cabeza para silenciarlos. 

- Debo de construirte un altar, eres un genio. - Camine hasta el y choque los cinco.

- Deberías, pero ahora iremos al colegio. Adiós chicos, no se muevan mucho.- Bromea Alex, rodeando mis hombros con su brazo de gigante. Estábamos por cruzar el umbral de la puerta, y gire mi cabeza para echarles una ultima miradita a los chicos, que se retorcían como pez fuera del agua.- Andando Sam, llegaremos tarde.- Troto hasta su carro y me abrió la puerta del copiloto.

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Al fin sonaba el maldito timbre que anunciaba que la hora del almuerzo había llegado. Recojo mis cuadernos y bolígrafos, y salgo disparada hacia afuera. En el momento que traspaso la puerta, unos brazos me elevan en el aire y me depositan en una gigante espalda. 

- Pero que mierda?- Levanto mi cabeza y veo que quien me carga es Derek, y que a su lado van todos los chicos menos Alex.

- Vas a pagar tu traición querida Samuela.- Dice Brad con un aire malvado. 

- QUE VAN A HACER? A DONDE ME LLEVAN? A CASO ESTAMOS EN LA PISCINA DEL CLUB DE NATACIÓN?

- Oh mi vida, vas a pagar muy caro tus acciones.- Exclaman a mi derecha. Esperen esa es la voz de Brooke? Que hace ella aquí?

- Brooke? Que hac...-  

PLAF! No pude terminar mi oración porque me habían arrojado a la piscina QUE ESTA DEMASIADO HELADA!! Salí a la superficie escupiendo todo el agua que ingreso en mi cuerpo mientras los muy estúpidos reían a carcajadas.