Los Pasos Que Inspiran Mi Camino

Los Pasos Que Inspiran Mi Camino Capítulo 1

La sensación inolvidable
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Ese momento en el que te vuelves uno con el aire y sientes que lo necesitas para vivir. Esta es mi historia.
Levante mis cansados párpados tras oír la alarma del despertador, a continuación me levante dejando mis pies tocar la fría madera del suelo.
-¡Rin!¡Rin!¡Date prisa o llegarás tarde!-Oí decir a mi madre desde la cocina.
-Ya voy,ya voy-Logré decir mientras un bostezo salia de mi boca.
Agarré el uniforme del colegio al que supuestamente iría y me cambié,dejando el pijama doblado sobre el escritorio,seguidamente abrí la puerta por la que pasaba un delicioso olor a tortitas.
-Por fin te despiertas,hermanita-Me saludó mi hermano mientras me revolvía el pelo.
-¡Para!-Dije mientras intentaba volver a tener el pelo como antes.
-Basta de peleas,el desayuno esta hecho-Dijo mi madre mientras dejaba en la mesa unos deliciosos platos de tortitas con unos zumos de naranja.
-Si.....-Rechistamos ambos mientras mirábamos los deliciosos manjares.
Después de que todos nos sentásemos en la mesa,empezamos a comer.
-¿Y papá?-Pregunté cortando un trozo de tortita.
-Ya sabes que tu padre no puede venir por el trabajo-Respondió mi madre mientras mi hermano ponía una cara larga.
Pero,nadie volvió a hablar hasta que terminamos.
-¡Qué tengáis un buen día de colegio!-Decía mi madre mientras mi hermano y yo caminábamos hacia la que sería nuestra nueva escuela.
-Recuerda no meterte en líos-Me dijo mi hermano seguida con una sonrisa pícara.
-Será difícil-Proteste mientras me dirigía al edificio de primaria.
Fui al edificio de primaria y allí me quedé esperando en la puerta.
-¿Tu nombre es Rin?-Me preguntó una mujer joven con cabellos almendrados.
-Sí-Respondí.
-Acompañame-Dijo la profesora seguidamente.
Seguí a la mujer por los pasillos hasta que se detuvo y llamó a la puerta,esta enseguida se abrió,asomándose por ella una profesora de apariencia amable con cabellos ondulados.
-Pasa-Dijo la profesora.
La mujer que me había traído aquí se fue y yo entre a la clase con la profesora.
-Puedes sentarte donde quieras-Dijo la profesora mientras cerraba la puerta.
Me senté en el pupitre más cercano a la ventana y estuve mirando hacia el cielo todas las clases.Sonó la campana y con eso todos se marcharon y finalmente me quedé sola, bajé mi cabeza lentamente y la apoye sobre el pupitre.
-Deberías salir fuera-Oí decir con una voz de chica.
Enseguida levante mi cabeza y ví el rostro de una chica de piel clara,ojos marrones y pelo anaranjado.
-No quiero salir fuera-Dije mientras dejaba caer mi espalda sobre el respaldo.
-Se como se siente al ser nueva y que todos te miren raro,por eso¿quieres ser mi amiga?-Preguntó la chica con una sonrisa en su boca.
-Tu nombre-Respondí.
-Amelia-Dijo ella.
-Rin-Añadí mientras sonreía.
Agarré mi almuerzo y me dirigí al patio con Amelia,estuvimos charlando en unos bancos de piedra hasta que unos chicos se acercaron a molestarnos.
-Miren que tenemos aquí,la mosquita muerta-Dijo uno de los chicos que se acercaban.
-Lo único que veo es un retrasado enfrente mía-Murmuré en bajo.
-Vamos pringada dame tu almuerzo-Añadió el chico mientras agarraba mi brazo.
-No quiero-Le dije.
-No eres nadie para negarte-Contestó el chico.
-¿No sabes que las personas son seres vivos?-Pregunté mientras intentaba soltar mi hombro.
-¿Y tu no sabes callarte?-Preguntó el chico.
-Has dado en el clavo-Contesté mientras soltaba mi brazo.
-Esta bien te dejo ir si aceptas mi reto-Propuso el chico mientras miraba a su alrededor.
-Será una carrera al rededor del edificio-Dijo finalmente.
-Vale-Acepté mientras miraba hacia el edificio.
Marché hacia el edificio junto con Amelia y ese grupo de chicos.
-Esto no está bien Rin-Me advirtió Amelia.
-No te preocupes,no voy a perder-Dije con una sonrisa mientras miraba mis zapatillas antiguas.
Me coloqué en la línea de salida junto con ese chico,enseguida sus amigos dieron la salida y él salió corriendo,yo esperé mantuve mi cabeza fría y noté el aire pasar,por algún extraño motivo notaba que mi sangre se había vuelto aire,que tan solo estaba yo enfrente de una gran muralla que no podía saltar,que no podía superar,todo me parecía extraño pero no quería ver esa muralla nunca más, tan solo quiero ver lo que hay detrás de esa muralla,abrí los ojos y empecé a correr,sabía que ese chico iba por delante mía pero en mi vista tan solo había una muralla apuntó de ser derrumbada,cerré los ojos hasta que la carrera terminó.
-¿Cómo es posible?-Preguntó el chico.
-No tienes derecho a ganar me- Protestó el chico mientras apretaba los puños sobre la arena.
Volví con Amelia pero enseguida dijeron mi nombre por megafonía a la vez que sonaba la campana,me despedí de Amelia y fui al despacho del director como me habían ordenado.
-Pase por favor-Dijo la secretaria del director.
Me levante de la silla donde esperaba y pasé al despacho del director.
-Rin Celeritate-Le dijo la secretaria al director cuando pase.
-Así que usted es la chica que ha corrido-Me dijo el director con voz seria.
-¿Qué hay de malo en ello?-Pregunté indiferentemente.
-¿Usted sabe las normas del centro?-Me preguntó el director.
-No, pero supongo que por su forma de hablar hay alguna que prohíba el correr-Supuse.
-Veo que deduces bien a pesar de tú edad-Añadió el director.
-Créame aunque me diga que no puedo correr, usted no tiene ninguna influencia en mi vida-Protesté mientras me acercaba a la puerta.
-Perdone por haberle hecho perder su tiempo señor director-Me despedí finalmente mientras abría la puerta y me iba a mi clase.Cuando volví a clase aun quedaban 2 horas para volver a casa,fueron pasando las clases y en los cambios de horas le contaba lo ocurrido a Amelia y cuando por fin sonó la campanas me despedí de ella y esperé a mi hermano en la puerta del colegio.
-Llegas tarde-Le dije mientras me levantaba del suelo donde estaba sentada.
-¿Qué tal sexto?-Me preguntó.
-Bueno.....-Respondí.
-¿Qué has hecho esta vez?-Me preguntó de nuevo soltando un suspiro.
-Pues mira he conocido al director,no era muy amable por cierto, y le he callado la boca a un chico-Respondí con una sonrisa pícara.
-Nunca cambiarás,¿cierto?-Dijo sarcásticamente.
-No,pero he descubrido lo que realmente quiero hacer-Dije mientras empezábamos a caminar para ir a casa.
-¿El qué?-Me preguntó mientras caminábamos.
-Correr, aunque se que en el colegio no me dejaran-Respondí mientras miraba al cielo.
-Tienen no se que política de que se prohíbe correr al menos a las chicas-Añadí.
-Pero eso no te hará dejar tu sueño,¿no?-Me preguntó mi hermano.
-Por supuesto que no-Contesté al mismo tiempo que llegábamos a casa.
Ya hace un año desde que decidí dedicar mi vida al atletismo y ahora que estoy en secundaria prometo conseguirlo cueste no que cueste.

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¿Cómo será la vida de Rin en secundaria?
Lo sabréis en el próximo capítulo
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