Los Pasos Que Inspiran Mi Camino Capítulo 4

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La misteriosa persona
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Lentamente me acerqué a la pista mientras veía a esa persona correr.
-Hola-Dije al tiempo que le veía la cara.
La persona misteriosa me recordaba a una persona pues sus cabellos eran rubios y sus ojos azules claro como el cielo.
-¿Tú quien eres?-Preguntó seriamente.
-Ah,yo soy Rin,encantada-Respondí con una sonrisa.
-¿Qué quieres?-Preguntó fríamente.
-Tan solo quería correr pero como he visto a alguien correr he decidido averiguar quien era-Contesté.
-Puedes correr por ahí-Me dijo mientras señalaba un tramo de pista libre.
-Gracias-Le agradecí mientras él volvía a correr.
Me dirigí al tramo libre y dejando la bolsa a un lado me senté sobre la línea de salida,después cerré los ojos y me imaginé la pista con sus curvas y la aceleración necesaria en cada tramo,después de recibir la información me levanté apoyando mis manos sobre la pista,me até las zapatillas y di un pequeño salto antes de empezar a correr.El trozo que estaba libre tan solo era de unos 400m así que,acostumbrada a los entrenamientos del entrenador era bastante normal, algunas veces me detenía y observaba a aquel chico correr.
-¿Qué haces?-Me preguntó cuando me vió mirándole.
-Alguien me dijo que observara la forma de correr de las personas y eso es lo que hago-Respondí apartando la mirada al instante.
-Sabia persona será-Añadió mientras volvía a correr.
-¿Estuviste en la carrera ayer?-Pregunté intentando crear una conversación normal.
-No te incumbe-Respondió algo molesto.
-Da igual lo que digas,tu forma de correr es distinta a las demás-Protesté mientras podía ver su cara de enfado.
-¿Nunca te han dicho que eres muy cotilla?-Me preguntó mientras se acercaba.
-Sí-Afimé.
-Entonces dime,¿cómo es mi forma de correr?-Me preguntó mientras inmovilizaba mis manos.
-No corres de forma libre,corres como si tuvieras miedo de ser atrapado-Respondí mientras le miraba a los ojos directamente mientras este apretaba mis muñecas.
-Deberías saber cuando callarte-Añadió mientras liberaba mis manos,las cuales estaban rojas.
-Y tú deberías encontrar un modo de liberarte-Le dije mientras recogía su mochila y se marchaba.
Seguidamente,me quedé sola en la pista y practiqué hasta que mis pies no pudieron más,me tumbe sobre la pista mirando al cielo y suspiré,seguidamente me levanté dando un salto y miré al frente,cuando me di cuenta de que había alguien mirándome desde lejos entrenar,indiferentemente, recogí mi bolsa y volví tranquilamente a mi casa.
-He vuelto-Dije mientras entraba en casa.
-El baño ya esta listo-Dijo mi madre desde el salón.
Enseguida me fui al baño y me di una ducha con agua caliente,después de ducharme estuve viendo la televisión con mi madre.
-¿Qué tal el entrenamiento?-Me preguntó mi madre mientras se levantaba del sillón e iba a la cocina.
-Bien-La respondí mientras miré mis muñecas.
Después de un rato,mi madre regresó junto con una ensalada y empezamos a cenar.

-Hecho de menos a Edgar-Dije mientras veíamos una película.
-Yo también-Añadió madre mientras me apoyaba sobre su hombro y me quedaba dormida.

Cuando desperté,estaba en mi cuarto dormida sobre la cama,y sencillamente ni me moví.
Paso el fin de semana y con ello volvieron las odiosas clases y mis deseados entrenamientos,salté de la cama,me vestí y peiné mi pelo dejando caer una trenza sobre mi hombro,enseguida agarré mi mochila y marché al colegio,por el camino me encontré con Amelia y estuvimos hablando hasta que llegamos a la puerta del colegio donde habían un montón de chicas reunidas.
-¿Qué ocurre?-Pregunté a Amelia.
-No tengo ni idea-Respondió ella.
Nos acercamos a esas chicas y descubrimos que estaban rodeando a un "supuesto" chico guapo que había sido transferido a nuestro colegio,sencillamente pasé ignorando totalmente la existencia de cualquier grupo de chicas o "chico guapo".
Entré a clase y Jylia nos mandó sentarnos,enseguida llamaron a la puerta y Jylia hizo un gesto que yo ya conocía.
-Bueno chicos,este es vuestro nuevo compañero,Leo-Dijo la profesora mientras un chico de cabellos rubios y ojos azules claros.
Mi mente se quedo en blanco y fue cuando reaccione,¡ese era el chico del otro día!
Seguidamente la profesora le ordenó sentarse en el pupitre libre y para mi desgracia, el único pupitre libre que había estaba a mi lado,indiferentemente, Leo se sentó en el pupitre y me sonrió de manera malvada.Deseé que las clases terminaran lo más pronto posible,cuando me di cuenta que un grupo de chicas me miraban raro.
-Rin......,amiga.......-Me dijo Christine finalmente.
-¿Qué quieres?-Pregunté soltando un suspiro.
-Tu sitio-Respondió ella sin dudarlo.
-Todo tuyo-La dije mientras recogía mi mochila y me iba al sitio de Christine.
-¡Gracias,Rin!-Se alegró ella.
-Si,si...-Murmuré.
Por algún extraño motivo, sentía que algo malo ocurriría si estaba cerca de ese chico.
Después de cambiar de sitio con Christine, salí al patio con Amelia.
-Tengo una sorpresa para ti-Me dijo Amelia mientras sonreía.
-¿Cuál es?-Pregunté algo más alegre.
-Ya la verás-Respondió mientras me dejaba con intriga.
Pasamos el recreo hablando y después entramos en clase,podía ver la cara de Christine alegre tras conseguir su ansiado puesto,finalmente me senté en mi nuevo sitio que se encontraba al lado del pupitre de Amelia y estuvimos hablando durante las clases de matemáticas, lengua y sociales.Finalmente sonó la campana y me dirigí a la sala del club de atletismo,allí saludé a todos y en entrenador entró seguidamente.
-Tengo una noticia importante-Dijo nada más entrar.
-¿Cuál?-Preguntó Lucas.
-Tenemos 2 nuevos miembros-Respondió mientras abría la puerta dejando ver a los dos nuevos miembros.
-Sus nombres son Leo y Amelia-Añadió mientras estos pasaban.
Definitivamente mi mala suerte había sido confirmada,me alegraba que Amelia estuviera aquí,pero por otro lado seguía pensando que estar cerca de Leo era malo.
-¡Tará!-Me dijo Amelia al verme de repente blanca.
-Oye,Rin¿estás bien?-Me preguntó seguidamente Amelia.
-Ah,¿qué?,si perdona-Respondí volviendo en sí.
Amelia se convirtió en ayudante del entrenador,así que ya ni tendríamos que volver a casa solas.Finalmente, salimos a la pista y empezamos a correr,como el entrenador hizo conmigo separó a Leo y buscó sus puntos fuertes,cuando terminó el entrenamiento recogí mis cosas y marché de vuelta a casa con Amelia,cuando de repente escuché a alguien decir mi nombre.
-Rin te toca recoger la sala-Me dijo el entrenador antes de que me fuera.
Retrocedí mis pasos y volví a la sala del club para recogerla,esta estaba llena de suciedad debajo de una pequeña alfombra,mientras recogía escuché la puerta cerrarse de repente y las luces se apagaron, me quedé sola en la habitación y eso me hizo recordar un viejo trauma del pasado,con lágrimas en mis ojos,escuché a alguien intentando abrir la puerta,apoyada sobre la pared y con las rodillas flexionadas deseé salir de allí,me daba igual quien fuera pero tan solo quería salir de ahí, la puerta se abrió pero no levanté mi mirada y continué cerrando los ojos cuando note un cálido abrazo.

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