La esperada libertad
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Mis días en Italia fueron pasando entre clases de educación y entrenamientos,con ello también pasaron mis cumpleaños,ya tenía 14.Me desperté pronto por la mañana y miré el calendario que se encontraba en la pared de mi habitación, en este se veía remarcado el día 16,día de la libertad,con una sonrisa en mi rostro me vestí y preparé mi maleta pues tras este largo año por fin volveré a verlos,bajé a desayunar y allí hablé con mi padre sobre mi marcha.
-El viaje lo harás en el avión privado de la compañía-Me dijo mi padre.
-Os echaré de menos-Añadí mientras sonreía.
La verdad es que les cogí cariño a todos,recuerdo bien que todas las noches mi padre venía cuando creía que estaba dormida y me contaba sobre mi madre y su pasado de atleta,con respecto a mis hermanastros,seguían siendo el demonio personificado,pero oye todos tenían su punto bueno.
Después de desayunar,bajé mis maletas al salón, allí se encontraba mi padre,me despedí de miaparteanastros y me fui con mi padre al aeropuerto, allí finalmente me despedí de él y subí al avión,en este me senté al lado de la ventana y dejándome caer sobre el asiento cerré mis ojos.
Un fuerte sonido hizo que mis ojos se abrieran,cuando estos se abrieron ví a una mujer joven.
-Ya hemos llegado,Señorita Celeritate-Me dijo educadamente.
Esas mismas palabras las había soñado miles de veces,pero ahora eran verdad,ahora realmente estaba de vuelta.Agradecí al piloto y a la mujer joven que me hubieran traído aquí,después me bajé del avión y tras un poco de tiempo ya estaba en casa,mi querida casa.
No podía ni imaginar cual sería la cara de Amelia cuando me viera y tampoco podía imaginar lo que deseaba correr una competición.
Dejé mi maleta en mi habitación y tras hacerme una coleta,salí a la calle,en ella corría un ligero aire que hacía que mi coleta se moviera,paseé por las calles y me fijé en la vieja pista de atletismo,no se cuantos años podría llegar a tener esa pista pero seguía estando igual,seguí paseando hasta que anocheció y fue ahí cuando volví a casa,me preparé la cena y después me fui a dormir.Y ahora os preguntaréis,¿cena?
Pues si cena,entre Italia y Leisville hay bastantes horas de diferencia pues allí todavía era la hora del desayuno mientras que aquí ya era de noche.Cuando amaneció me puse el uniforme del colegio y marché hacia este,según mi padre,él había reservado una plaza para mis estudios allí, cuando llegué no pude evitar sentir morriña por no haber estado ese año.Fui a la sala de profesores para preguntar sobre mi clase.
-¡Rin!-Dijo alegremente la Sra.Jylia.-¡Cuánto tiempo!-
-Si.....-Respondí.-Disculpe pero,¿cual es mi clase?-
-Su clase.....-Contestó mientras revisaba entre sus papeles.-¡Aquí! 2°C-
-Estarás alegre,allí están todos tus amigos-Añadió al tiempo que una sonrisa aparecía en mis labios.
Me despedí de la Sra.Jylia y busqué por los pasillos la clase de 2°C,cuando la encontré respiré profundamente y llamé a la puerta dando dos golpes pequeños.
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Los Pasos Que Inspiran Mi Camino
Teen FictionRin es una chica que tras dejar su país natal,Italia,marcha con su familia a una nueva vida. En su primer día de colegio se encuentra con un grupo de chicos que van a molestarla,estos la retan a una carrera y ella acepta con gusto,pero durante la ca...