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Intenté pasar por entre las personas, pero apenas pude enterarme de que pasaba

-Creo que es algun evento especial...- le dije a Raissa poniendome de puntitas para ver mejor -Veo unas personas de negro- 

-Sin embargo la gente luce preocupada-

-Espera-

Salí de enmedio para rodear la multitud y ver que sucedía, hasta que unas manos frías tocaron mi brazo con timidez

...al principio creí que era Raissa, pero no. Sentí una presencia débil, helada, pero tranquilizadora. Un viento tocó mi nuca cuando me di vuelta para ver aquella persona.

-Buenos días- no podía ver su cara, pero su voz era claramente femenina -mi familia y yo estamos necesitados de provisiónes, quería saber si tenía algo para darnos-

-¿Qué? ¿quién eres?- Raissa entró en alerta al ver su tunica negra

-Rai, calma- sabía lo que estaba pensando -ella no es de aquí-

-¿Y cómo lo sabes?- cruzó sus brazos

-Ya la hubiesemos visto antes...- contemplé su aura de misterio -eh, aquí tenemos algunas cosas que te sirvan-

-¿Qué?- Raissa se estaba molestando, pero ya era demasiado tarde protestar pues ya estaba decidido

-Tranquila, le dare del mío...- le di mi caja con comida que había preparado yo mismo, y una botella de agua

Fue allí cuando ella se sacó la capucha, y me mostró su sonrisa

-.....!- no pude evitar sorprenderme ante su apariencia. Era una chica joven, con cerquillo y cabello largo color blanco, al igual que sus cejas y pestañas. Su piel era casi gris de lo pálida que era, y sus ojos eran de un celeste verdoso casi blancos.

No era la mas bonita, pues lucía extremadamente delgada y parecía algo muerta, pero hubo algo en ella que me llamó la atención.

-Eres muy amable- tomó la bolsa con sus manos algo huesudas

-¿Cómo te llamas?- me aventuré a preguntar. Raissa ya se había quitado la máscara para que vea su rostro enfadado, quizá pensó que así pararía de socializar con la joven

-Lo siento señor- hizo una reverencia -...no puedo decirselo-

Se dió media vuelta mirandome de reojo y se puso su capucha

-Gracias- dijo, y luego la observe alejándose poco a poco arrastrándo su tunica como un fantásma de pesadilla

Había sido la primera vez en mucho tiempo que sentí a alguien familiar, alguien puro, sin el aparente rastro de maldad que percibía en todas y cada una de las personas.

Había leído un libro hace mucho tiempo, que hablaba sobre las energías, la reencarnación. Ver a esta chica me hizó recordarlo

-¿Cuánto tiempo mas vas a quedarte baboseando?-

-Raissa, no es eso- me giré para mirarla -tiene una apariencia extraña ¿no crees?-

-No debiste darle nada- continuó -¿Sabes de esas personas que echan maldiciones a otros mediante objetos?-

-Bueno ¿y qué piensas? que es la... "reina maga"?- me reí

-Pues así lo parece!-

-Por favor...-

La observé extrañado por esa actitud que era raro que tuviese.

-Bah, vamos a olvidarlo, de todas formas ya la has escuchado... no volverá, solo vino con su familia por provisiónes- acaricié su hombro -¿Seguimos?-

Me costó un rato conseguir hacerla sonreir de nuevo, pero finalmente lo logre. Mientras caminabamos, secretamente buscaba con la mirada el paradero de esa chica, pero ya no la volví a ver.

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⏰ Última actualización: Feb 19, 2016 ⏰

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La reina magaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora