Prólogo

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Caen gotas de dolor en una lúgubre noche. Los vientos azotan con fuerza, los riachuelos gritan con cada golpe... la triste música es el ideal fondo auditivo para aquella penosa escena.

-Pero qué bajo has caído- Una sonrisa de oreja a oreja...
¡Cómo odio a este sujeto!
-No se supone que...
-Cállate- me interrumpió, esta vez serio... muy serio.
Un medio giro y se fue del lugar dejándome solo y apesumbrado al lado de una docena de cadáveres en descomposición.

-¡Pagarás!

Las Tres RomasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora