el reino de hogwarts [ the mauderts ]

Antifaces permanentes . Parte I

Podía ver su reflejo, podía verlo, sabía que era el... pero cabía la duda. La pequeña y diminuta duda. Seguía ausente.. solo hace poco era libre. Libre de hacer lo que quisiera, de estar con quien quisiera y simplemente ser libre... no tenía la menor idea de como paso de ser libre a el compromiso. Oh el compromiso, la culminación de lo que se llama vida. Bueno ya estaría exagerando como su amigo sirius, el desde un principio veía el compromiso como una manera de tener una familia, un hogar, un amor. ¿Pero no venia primero el amor?, ¿no era primero el sentir y el amar?. Al parecer no, por supuesto que no. En su caso todo eso no valía, aunque el quisiera lo contrario. La vida era injusta, era una zorra injusta y no podía hacer nada para evitarlo. La vida era como una pulga que no se te quitaba de encima, una molesta, sanguinaria y asquerosa pulga.. algo asi como esas sanguijuelas que se hacen llamar vampiros - una sonrisa bailo por sus labios antes de perderce ante la marea de disgusto- no tenía porque sonreir... todo esto era horrible!! Verdaderamente horrible!! El sabía con quien iba a pasar el resto de su vida... era aquel chupa sangre de sonrisa torcida y lindas facciones, porque si, era muy guapo no tenía porque fingir pero de eso a querer casarse y dejar todo atras.. todos las noches de juerga y diversión, las aventuras con sirius, remus y peter, merodear por los pasillos y coquetear con una u otra doncella.. era mucho que dejar por tan poco. Ciertamente no valia la pena, pero no podía hacer nada, bueno no por ahora...

Su reflejo seguía allí. Un chico alto, de cabellos desordenados y rebeldes, casi parecidos a un nido de fénix..con su piel mas pálida de lo que era por el asqueroso color de la tunica, con su ojos cafes contrastando y sus joyas brillando. Era un día importante. Era el día en que vería de nuevo a aquel chico que por su muy mala memoria había olvidado su nombre, aquel chico con el que se iba a comprometer y lo más temprano posible casar, aquel hombre que dudaba que le agradara... con suerte no lo vería en todo el baile, con suerte ni cruzarán la mirada

***

La música sonaba en todo su esplendor, tan agradable y divertida. Los violines en una danza imparable tan dulce y pintoresca que te animaba a sonreir. Ya habían llegado la mayoría de invitados y todo estaba decorado de una manera tan acogedora. A james de verdad le gustaba mucho, bueno como no gustarle si estaba en su propio castillo.. solo eran más tardar las seis de la tarde y ya los invitados estaban arribando.

- Entonces ella me dijo que no podía hacer nada, y yo le dije que a ella no le importaba mucho y solo sonrio- contaba sirius mientras movía las manos y hacia expresiones raras- no saben cuanto..

-te molestan sus sonrisas- completo Remus sonriendo. Sirius solo pudo sonreir torcido y voltear a ver a su lobito. Estaba en verdad muy buen mozo. Con una tunica de color dorado con bordados de un color plateado.. que resaltaban sus ojos miel contorneados por el antifaz color crema y sus cabellos trigados callendo con una elegancia hacia la izquierda llegando hasta la mitad de su oreja.

- como me conoces moony. Lo que decía, después ella hizo ese gesto de suficiencia..

- que se parece mucho al tuyo- murmuro con un hilo de voz remus.

- no seas malvado moony, yo no me parezco en nada en esa vieja arrugada de Walburga.- dijo sirius con un puchero- además yo poseo una bellaza única e inigualable- dijo con una sonrisa soncarrona y el mismo gesto de suficiencia que su madre. Remus solo pudo llegar a sonreir.

- tienes que dejar de ser tan vanidoso querido primo, nadie quiere a un chucho con complejos de pavo real- dijo una voz femenina

Sirius antes de voltaerse soltó un suspiro de cansancio y puso los ojos en blanco para luego darse vuelta para sacar la sonrisa más falsa pero una de las más creíbles de su armada.- pero si son mis muy queridas primas Bella, Cissy y An. - mientras las nombraba hizo una leve reverencia más para ocultar su disgusto que por cortesía.