Apenas puse un pie en la casa de Jack, perdí de vista a Michael y quedé rodeado de rostros que se me hacían vagamente familiares, a algunos ni siquiera los había visto antes, pero todos me felicitaban.

32.
Apenas puse un pie en la casa de Jack, perdí de vista a Michael y quedé rodeado de rostros que se me hacían vagamente familiares, a algunos ni siquiera los había visto antes, pero todos me felicitaban.