Capitulo VI La nueva armadura

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Pasaron tres meses y Yamcha no se presentaba en mi casa, me sentía un poco mal, tal vez había sido muy dura con el. Mientras tanto mi relación con Vegeta seguía siendo lo mismo, lo veía solo las veces que nos reuníamos a comer en la cocina y terminábamos peleando siempre por tonterías, a veces yo ganaba, y a veces el. Era como un juego de palabras.

-¡Mjmjm! Ese insecto ya no se ha presentado en los últimos dias, por eso he podido entrenar adecuadamente sin sentir su desagradable Ki cerca.- Se notaba algo de felicidad en el tono de voz de Vegeta -¿Qué le hiciste Terricola? Quisiera saber como vences a tus enemigos.

-¡No es mi enemigo! Solamente es que… ya no es mi novio.-

-¿Novio? ¿De que rayos hablas? ¿Qué es un novio?-

-Jajaja- Me daba risa, Vegeta era como un niño pequeño. -Mira Vegeta un novio es una persona a la cual quieres mucho y con la cual tienes una relación amorosa.-

-¿Amorosa? ¡Hmm! ¿Amor? ¡Ah ya veo! ¿Eso hizo que Kakarotto se convirtiera en Super Saiyajin verdad?-

-¿Eh?- Era cierto, Goku se había transformado porque el amor por sus amigos lo hizo que se enfureciera y en realidad pudiera demostrar sus verdaderos poderes.- Pues si…

-Mmm- Se encerro en sus pensamientos y fue a entrenar sin decirme una palabra mas.

Cuando empezó a anocheser fui a la cocina por un vaso de agua y ahí lo encontré de nuevo, junto a mi madre que le estaba haciendo de cenar.

-Querida, el apuesto Vegeta necesita un nuevo traje de entrenamiento y deberías reparar su armadura tambien ¿Puedes hacerlo?-

-El tiene boca, puede pedírmelo el mismo.-

-¡Hmm! Haz lo que quieras entonces. -Se marcho a su habitación.

-¡Siempre hace lo mismo! Me deja con la palabra en la boca.-

-Hija- Me llamo mi madre -Supe que terminaste con Yamcha, dime ¿Haz pensado en Vegeta?-

-¡Mama! ¡Que tonterías estas diciendo!-

-No son tonterías hija, si te da tanta vergüenza, yo podría convencerlo para que tengan una cita ¿Qué te parece?-

-Mama, deja de decir esas cosas. Creo que me voy a dormir, fue suficiente por un día.-

Al amanecer, después de desayunar me encerre en mi habitación y me puse a escuchar música. Sola en mi habitación, volvi a pensar en el dia que habia desecho mi relación con Yamcha y sobre las palabras de mi mamá sobre tener algo con Vegeta. Aunque parecía una idea descabellada, no estaba tan mal pensarlo. Aunque ni siquiera me imaginaba con el, pero ¡Por dios! ¡Era apuesto! En realidad lo era, tan fuerte, tan sexy, tan masculino, intimidante, salvaje y peligroso. ¡Dios! El solo pensar en sus labios besando los mios, nuestras bocas encontrándose en un mar de pasión. Vegeta era simplemente ¿Cómo decirlo? Exquisitamente sensual.

Algo extasiada con mis pensamientos anteriores, me aleje de mi cuarto y abri la habitación de el. Para mi buena suerte no se encontraba, me sente en su cama y mire su cuarto de arriba abajo. Ese era el lugar donde el dormía.

Una habitación grande al igual que la mia, con una gran cama, un escritorio al lado, el que por cierto se notaba que no utilizaba. Un guardarropas gigantesco con mucha ropa que mi mamá habia comprado después de haberse memorizado sus tallas, un pequeño baño al lado donde habia una gran tina y un pequeño tocador con un monton de lociones que le habia regalado mama y demasiados platos de comida arriba, al parecer se habia ido en las noches a comer "pequeños" bocadillos nocturnos y no habia llevado los platos a su lugar.

Me di cuenta de que su traje y armadura de batalla estaba ahí junto a mi, arrojados sobre la cama con demasiados hoyos aun y muy destruido. ¿Qué hacia ahí? Ni siquiera me acordaba de haberlo sacado de la lavadora. Tome el traje, lo olfate un poco de el lugar del cuello y cerre los ojos, ese olor, era de el, ni siquiera era perfume lo que estaba olfateando, era solo la escencia de Vegeta, de su cuerpo, de su ser, tan simplemente delicioso y placentero. Mire de nuevo a la cama y ahí yacían sus guantes blancos, los tome y deje el traje. Me puse los guantes, eran muy comodos, de un material tan fino, pero al mismo tiempo fuerte y resistente, me los frote en la cara imaginando que asi se sentirían sus manos contra mi cara.

-¿Qué haces aquí?- La voz de Vegeta me puso nerviosa y salte para ponerme de pie de la cama

-Ah, ah,... pues…- No sabia que demonios decirle

-¿Y bien?-

-¿Quieres un traje y una armadura verdad? Podria repararte tu traje antiguo y tu vestimenta, ¡Si! Solo venia a mencionártelo ¡Jajajaja! –Dije algo nerviosa

-¿Eh? ¿Enserio puedes?-

-¿Esta armadura es elástica? Hmm y además muy ligera, será duro, pero podre repararla en los siguientes días.

-Mmm, esta bien, pero dime, ¿Por qué te frotabas mis guantes en la cara?-

-Ah, ah,… ¡Jajaja! No seas tonto, solamente estaba probando la tela, no pienses cosas que no son. Pero si las piensas… piénsalas cuando yo no este. -Soné muy atrevida con esas palabras.

-¡Que tonta eres! ¡Mejor empieza el traje!- Note que se habia sonrojado

La dos semanas siguientes que pasaron pude terminar la armadura y el traje de Vegeta e incluso era mas ligera. Cambie los tirantes por unos nuevos color café y pude cerrar los agujeros de esta e incluso le pude hacer un traje azul, unos guantes y unas botas. Me había quedado perfecta, supe que le encantaría.

-¡Vegeta, Vegeta!-

Me acerque hacia el corriendo mientras entrenaba, el no se dio cuenta de que yo venia corriendo en su dirección y por accidente recibi un golpe en la cara. El se dio cuenta y se asusto, pero después se enfureció.

-¡Maldicion! ¿Por qué no te fijas?-

-¡Aaaaahhhhhhhhhh!- Me había dolido mucho en realidad, pero al ver que no le importo si me había hecho daño o no, eso me puso más triste y me fui corriendo en dirección en mi cuarto. Solo le deje la armadura y el traje tirados a un lado.

Me eché en la cama a llorar, no por el golpe, que por cierto aun me dolia tremendo, sino porque el no se había preocupado ni un poco por mi. ¿Acaso en serio solo era un frio, orgulloso y no creía en el amor?

-¡Pero que tonterías piensas Bulma! ¡Es un lunático! ¿Cómo puedes pensar si quiera que puede pensar en la posibilidad de tener algo contigo? -Grite fuertemente

De pronto apareció en mi ventana

-¡Largo de mi casa moustro espacial! O llamare a Goku y como le explicaras esto.- Le mostre que mi cachete tenia un gran moretón -No te lo perdonara y te hara trizas

Cuando Vegeta vio mi cachete, y escucho mis palabras "No te lo perdonara y te hara trizas", hizo una cara de descontento y volo a otro lado de la casa. Al instante pude oir de nuevo que una nave despegaba. ¿Qué había hecho? Vegeta se había marchado y tal vez, para siempre por mi culpa.

¿Vegeta y Bulma?_BulmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora