Llegas a casa agotado de un largo día, hay una nota sobre la mesa.
"Hay comida en la nevera."
Sacas el recalentado y lo metes al horno de microondas, esperas a que se caliente mientras buscas algo en la televisión. No hay nada, el cable no ha sido pagado.
Terminas de comer y entras a tomar una ducha.
Tras las cortinas se ven unos colores que no habías notado al entrar. Son colores muy llamativos a la vista, no le tomas importancia y sigues en tu asunto.