Coges la muñeca y le quitas la batería, la dejas nuevamente en el frío suelo y cierras el armario.
Te aseguras de que no haya corrientes de aire y apagas la luz.
Vuelves a acostarte y cierras lo ojos con fuerza.
El armario comienza a rechinar.
Coges la muñeca y le quitas la batería, la dejas nuevamente en el frío suelo y cierras el armario.
Te aseguras de que no haya corrientes de aire y apagas la luz.
Vuelves a acostarte y cierras lo ojos con fuerza.
El armario comienza a rechinar.