capítulo 4

1.2K 105 27
                                    

Martes:

-¿Entonces, dónde dijiste que ibas?-

Preguntó George mientras comía una manzana recargándose contra la pared. Me miraba de arriba para abajo checando mi uniforme de softbol mientras que colgaba mi mochila de deporte en mi hombro.

Me asuste por aquella voz ya que no ví a George entrar.

-¡Ay, George me asustaste! No te ví.-

-Me doy a conocer como un chico callado. Es por eso que me reconocen como el "Beatle tranquilo".- sonrió con orgullo.

Me reí a su respuesta. -Sí, ya me dí cuenta.- Él siguió sonriendo.

-Iré a mi práctica de softball.-

Regrese rápidamente a la sala a recoger unas vendas para que mis manos no se raspen con la tierra. Al poner mi venda en la mochila, los otros tres jóvenes junto con George me vieron con una mirada extraña

-¿Qué?- Pregunté regresandoles la mirada.

-¿A donde va ella?- John preguntó dirigiéndose a George.

-Dice que va a ir a su práctica de sóftbol.- George encogió los hombros. Y desde ahí los otros tres se emocionaron.

-¡Ah, nueva aventura! ¿Nos dejaras ir? Por favor.- John suplico en una forma dramática.

-¿Estas loco? ¿Qué haremos si alguien los reconocen?- pregunté en tan solo pensar en las consecuencias que podrían pasar. Bueno como digo puede ser riesgoso.

-Creo que ya hemos vivido muchas veces eso, cariño.- Paul sonrió pícaro.

-Tú sabes a lo que me refiero, Paul- le rodé los ojos cruzandome de brazos.

-Ay vamos, Gina no hemos salido desde hace un par de días desde que fuimos a la plaza y nada pasó. Nos aburrimos aquí y aparte puede que también podamos ver cómo entrenas tú y tus compañeras de equipo.- John respondió con una sonrisa maliciosa mientras movía las cejas juguetonamente.

Me burlé. -Sí, y es por eso que no quiero que vayan. Todas mis compañeras de equipo no podrán concentrarse en el juego por tener un pervertido en el campo.-

Los otros tres muchachos se rieron.

-Aw, nos pondremos nuestros disfraces. Lo prometo.- Paul insistió dándome esos ojos de perrito.

-Sí, y por fin podremos verte jugar. ¿Recuerdas que una noche me prometiste que nos ibas a dejar acompañarte a un juego tuyo? Por favor... - Ringo hizo un puchero viendome intensamente.

--------------------------------------------------

Aquella noche Ringo y Gina:

-¿Y para qué es esto?- Preguntó Ringo tomando mi casco en sus manos.

-Es un casco Ringo, ya sabes para proteger la cabeza de la pelota?- Respondí en un tono sarcastico

-Bueno, eso sí lo sé.- Se puso el casco en su cabeza, pero no le quedó bien completamente por la causa de su gran nariz, y probablemente porque tengo una cabeza pequeña.

-¿Cómo me veo?- Preguntó con una sonrisa seductiva.

-Hmm sí te ves como un jugador de softball, es decir si puedes hacer una pose.- Me reí al cruzar mis brazos esperando su siguiente movimiento.

Ringo se enderezó, luego dobló las rodillas levemente hacia abajo y puso sus brazos como si sostuviera un bate. Noté que sus pies estaban algo separados, su espalda no estaba bien recta y con el casco en su cabeza no pude evitar reírme de lo torpe que se veía. Así que me acerqué a él y le ayudé a ponerse en la posición correcta.

Ojos AzulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora