Capítulo 7

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Narra Gina:

-Entonces no olvides que mañana continuaremos el trabajo. Ya sabes, porque la maestra Morrison se la pasa hablando con su esposo en el teléfono.- dije al abrir la puerta de la entrada. Él se dio la vuelta para verme con una sonrisa divertida.

-Sí, me parece bien, pero tendremos más tiempo en trabajar en ello así que no te preocupes.- Jason se recargó en el marco de la puerta con su codo haciendo que enseñara su musculoso bicep. La misma manera de cómo había venido antes. No pude evitar echarle un vistazo a su fuerte bicep.

-Quizás ¿pudiéramos trabajar en ello este viernes?-

-Me gustaría, pero no puedo. Tengo un juego de softball que debo que atender.- le respondí agachando la mirada.

Jason me miró sorprendido. -¿Enserio? No sabía que jugabas softball. ¿Jugarás contra Búfalo?-

-Sí, así es.- respondí jugando con mis dedos.

-Bueno te deseo suerte en eso y no te preocupes tenemos más tiempo para trabajar juntos.- me guiñó un ojo junto con una media sonrisa dulce.

Con eso, nos despedimos y se marchó a su coche mientras yo esperaba en la puerta. Me buscó la mirada una vez más -Hasta mañana.- le dije adiós y cerré la puerta.

"Vaya eso estuvo mejor de lo que yo esperaba."

Regresé hasta la sala y llamé a los chicos que la costa estaba libre. No quise subir a las escaleras ya que me dio flojera entonces mejor decidí esperarlos. Escuché murmullos, pasos, después un golpe al suelo como si alguien se hubiera tropezado y se halla caído. Por último, risas.

-Ven levántate, torpe.- John llamó mientras que seguía riendo junto con los otros.

Estaba terminando los últimos detalles de la tarea cuando oí ruidos fuertes y cercanos hasta que se pararon en frente de mi. Los voltee a ver solo para encontrarlos con una sonrisa traviesa y pícara de los cuatro.

-Entonces, ¿cómo te fue en la cita con Jason?- Paul pestañeo un ojo. No quise caer en los trucos de Paul aun cuando les dije él solo es un amigo. Así que le seguí el rollo.

-Estuvo mejor de lo que pensé para ser honesta. Pensé que iba ser incómodo y raro ya que casi nunca hablamos en la universidad más que algún par de veces. Y por cierto, ¿cuándo dejarán de sonreír de esa manera?-

-¿Cómo te estamos sonriendo, querida?- George preguntó inocentemente.

-Así. Como lo están haciendo.- los apunte con la mano. -Me sonríen como si hubiera hecho algo estúpido, o me esconden de algo que no sé.-

-¡Oh! ¿Te refieres en esta sonrisa?- John dijo irónico como si ya hubiera entendido mi pregunta. -Ah, no es nada querida, solo que estamos felices de que terminaste tu trabajo con ese tal Jason.-

Bien, algo no huele bueno aquí y lo están tramando.

-Aja. Bien si tú lo dices.-

Puse mis libros y las demás cosas escolares dentro de mi mochila y lo recargué en la pared. No quería seguir jugando este juego de palabras así que me fui a preparar un sándwich en la cocina. Pero aún así los Beatles me seguían a pie. Al prepárame el sándwich, ellos se recargaron y se sentaron en la barra de la cocina viéndome hacer el sándwich hasta que Paul empezó la conversación.

-Pues mientras que te esperábamos hasta que tu amigo se fuera, nos aburrimos un poco y nos ganó la curiosidad en tu cuarto.-

Al escuchar esto, lo mire sospechosa.

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