Capitulo 18

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Mi madre me abrazaba, sin soltarme...

- Lia... - me decía al oído.

- Mamá... - le decía del mismo modo.

- ¿Por qué tardaste tanto tiempo en volver? Pensé que habías muerto...-

- Ya se... Pero estuve en el hospital todo este tiempo, en cuanto me dejaron salir vine lo más rápido posible- le digo.

- Esta Bien... Lo importante es que ya estás acá. Sana y Salva- me dice con lágrimas en los ojos.

La miro y la abrazo.

- Lia! Donde estuviste? - me pregunta Mora.

- Emm, estuve en... - digo mirando a mi madre pidiendo ayuda.

- Estuvo en el hospital, estaba enfermita tu hermana- le dice mi madre.

- Aaah ¿y ya te curaste? - pregunta Oliv que estaba a mi lado.

- Si Oliv, ya estoy mejor- le digo.

- Que bueno!! - dice Mora con alegría.

- Y... ¿Qué pasó con esas torres altas? - pregunta Mora.

- Las sacaron - digo mirando a mi madre.

- Ah... Bueno, ¿ Por qué? - pregunta.

- No lo sé - respondo.


Veía a mi hermanas que estaban con una sonrisa de oreja a oreja. Las habia extrañado tanto...

-Bueno, ¿tenes hambre Lia? - pregunta mi madre

-Uf, si Mamá , estoy hambrienta- le digo

-Esta bien, preparare algo para comer-

- Sii- dicen mi par de hermanas.





Antes de sentarnos a comer, me acerque al gran ventanal. Aquellas Torres, mi escuela...

Ya no estaba.

¿Por que esas pesadillas al final eran "visiones"? ¿Me estaban avisando que no tenia que ir el día del examen? ¿Tenia que avisarles a los demás? Pero nadie me hubiera creído, como cuando me levante en clase gritando que teníamos que salir del edificio... Me miraron como si estuviera loca, y ahora la mayoría de esas personas, de mis compañeros, Están muertos...

¿Como sobreviví? ¿Por qué sobreviví?

Preguntas que solo yo me puedo responder, y que aun no se como hacerlo.


-Ya esta la cena!- se hace escuchar mi madre para que mis hermanas salgan de su habitación.

Ellas llegan corriendo y se sientan una al lado de la otra en la mesa.


Mi madre preparo pollo asado, uno de mis platos favoritos.


En la cena hablamos de lo que me había perdido en mi ausencia. Mora saco un 10 en Matemáticas y Oliv se hizo amigos.


Mientras tanto yo, sigo recordando aquellas imágenes, esos gritos y la sensación de quedarte sin aire, pensar que todo se acaba.


Cuando llegue a mi habitación, observaba mi cama, con las sabanas sin ninguna arruga, mi madre de seguro la ha hecho mientras yo no estaba.

Me puse mi pijama, apague la luz y me acosté, con las sabanas hasta el cuello.

Feliz de estar en casa.

Dime que esto no es realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora