|| Capítulo 1.

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-Detesto hablar de ese tema.

La conversación continuó entre discusiones y distintas opiniones entre ambos hermanos, y George, ya comenzaba a exasperarse de ella. Aborrecía hablar sobre el típico tema de entablarse en una relación seria a sus jóvenes veinticuatro años, y aunque admitía que estaba en una buena edad para ello, él no se sentía del todo preparado para hallarse en una. Su hermana se llamaba Cassandra, una joven abogada que residía en la ostentosa ciudad de Liverpool, y hablaba con ella cada mañana en la que él lograba despertarse a una hora temprana. Pues sus llamadas se trataban de una comunicación rutinaria frente a la computadora, el cual era el único medio para verse ya que él se encontraba residiendo en Londres. La miró a los ojos por unos segundos en total silencio, y con una simple mirada entendieron que ya era hora de despedirse. Ambos cerraron la pantalla de sus laptops al mismo tiempo y la comunicación se desvaneció.

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Era un viernes por la mañana, tranquilo, y a aquella hora era raro que George se encontrara lo suficientemente  lo necesitaba, se encontraba a su lado, como en aquel instante

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Era un viernes por la mañana, tranquilo, y a aquella hora era raro que George se encontrara lo suficientemente  lo necesitaba, se encontraba a su lado, como en aquel instante. Al llegar al piso correspondiente en el que se llevaría a cabo la segunda entrevista, se saludaron y se sentaron a esperar.

Regina observó a Bradley con sus azules ojos, y le sonrió dejando escapar una tierna y leve risa de sus labios.

-¿Qué sucede que me miras de ese modo? -le cuestionó al instante el menor de los dos.

Regina negó con un movimiento de cabeza.

-Nada malo, en la semana estuve hablando con Jackson de ti. -Jackson era el hombre con quien George tendría su entrevista-. Se quedó muy satisfecho con la primera reunión, y estaba ansioso de la segunda.

-¿Lo dices en serio?

-Claro, solo me he quedado unos minutos después de mi horario de trabajo y le pregunté que opinaba de ti, el hecho de que seamos amigos le da mucha confianza.

-Así que ibas, a su oficina, a hablarle en privado sobre mí, para nada mas -comentó George enfatizando en las acciones de su amig -. ¿Segura de todo lo que dices?

-¿Te estas burlando?

-No, solo quiero asegurarme que la fría de mi mejor amiga, al fin al cabo, después de tantas palabrerías inútiles, se terminó enamorando de alguien.

Las mejillas de Regina se tornaron de un tono rojizo, del mismo tono de su natural cabello pelirrojo. Y ambos rieron a la vez en el silencio de la sala de espera. Otro nuevo error de muchas personas estaba siendo visible a los ojos frente a tan sencilla conversación; por más fría o poco expresiva que sea una persona en cuanto a ella misma, en algún momento de su vida, llegará esa persona que le hará cambiar cada una de aquellas  de su amiga sobre él, y era la misma mirada que su hermana le dirigía antes de hablar sobre ese tema. Antes que Regina consiguiera decir su primera palabra respecto a ello, le pronunció un seco y arrogante: "no".


-¿Sabes que algún día tendrás que hablarme sobre ello, no? -pronunció Regina en un débil susurro.

-Lo se, pero cuando de verdad necesite hacerlo, lo haré -hizo una pausa, y
El edificio, tanto desde fuera como desde adentro, era un lujo envidiable, y la oficina, era todo en su mismo esplendor. Un ventanal dejaba a la vista, la asombrosa imagen de la ciudad de Londres, donde desde lejos, se observaba el Big Ben con fulgor. Frente a la ventana se hallaba el escritorio, y frente a este dos sillas en cada uno de sus lados. George se sentó en la que le correspondía, y esperó a que Jackson y Regina dejaran de hablar. Cuando el mayor se adentró en la

logró articular de hacer fue estrecharle la mano a Jackson mientras le pedía repetidamente las gracias por aquella gran oportunidad, y debía admitir que no era el único feliz con ello, pues Jackson también lo estaba por aceptarlo. La motivación y la convicción

 gimnasio en el restaurante esta noche, solo para los trabajadores y amigos de confianza

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gimnasio en el restaurante esta noche, solo para los trabajadores y amigos de confianza. ¿Vendrás conmigo? Después de todo ya eres parte.

George asintió con una  vez que te llamas? -le preguntó curioso.

-Ehmmm... Bradley Thompson, vivo a cuatro calles de aquí en un departamento con

Pies ciegos que intentan seguir el sol. #Wattys2016 #ChocolateAwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora