|| Capítulo 6.

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—¿¡Puedes decirme como mierda la perdiste de vista!?

Era la cuarta vez en la noche que Bradley y Will perdían de vista a Emma, y para su mala suerte y colmo de la situación, se habían metido en una de las discotecas más grandes de la zona. Ambos estaban bajando a uno de los subsuelos en los que esperaban encontrarla de nuevo, y juraron entre dientes que aquella sería la última vez que lo harían. Luego de encontrarla, se dejaron en claro que se irían.

En aquella cuarta situación repetida, tuvieron la buena suerte de encontrarla en seguida, pues la única persona que podía estar llamando la atención de aquella manera solo podía ser ella. Era precisamente en el subsuelo donde se encontraba la única pista con barra, y sobre ella, allí se encontraba Emma gritando y bailando como una bailarina de cabaret con jóvenes observándola con atención. Para Will y para Bradley, fue una vergüenza ajena encontrarla de esa forma. Fijaron la mirada en ella con la boca abierta de la sorpresa que les llevó, y cuando quisieron acercarse para bajarla de allí, un barman les detuvo. Les preguntó si la conocían, y fue Will quien se vio obligado a decir que si y agregar que era una compañera de trabajo.

—Ya avisamos a los de seguridad, si alguien la llega a tocar en ese estado de ebriedad será considerado un abuso. Yo avisaré que ustedes son amigos y se la llevarán, esperen cerca del guardarropa, por favor.

Bradley y Will asintieron con seguridad y se encaminaron nuevamente escaleras arriba hasta el guardarropa en la planta baja.

Will no tardó mucho en pedir sus abrigos, estaba cansado, era cerca de la una de la madrugada y ya quería irse al demonio, cuando tenía que dejar a Emma en su casa, y luego pedirse un taxi para irse a la suya. Miró a su compañero con extremo agotamiento y no se dirigieron una palabra mas en lo que fue de la noche, y la espera que tuvieron que hacer para reencontrarse con su amiga y hacerse cargo de ella con los de seguridad de la discoteca, fue una eternidad que en realidad duró unos diez minutos.

Un hombre alto, se espalda ancha, y bien vestido, se acercó a ellos junto a un oficial que llevaba a Emma tomada del brazo. Ninguno quería responder a aquella situación, pero Will se había hecho cargo desde el principio e iba a hacerlo hasta el final. Dejó a Bradley libre de cargos sobre Emma, y se alejó varios metros para hablar con el hombre uniformado. El oficial de seguridad, se quedó junto a Bradley y en ningún momento se dispuso a dejar de aprisionar a Emma del brazo, lo cual le brindaba una gran seguridad al menor de los tres. Sin embargo, el estar así, no dejaba que Emma dejara de comportase como lo venia haciendo.

Aquella situación se estaba volviendo de verdad insoportable para Bradley, y antes de que Emma se empeñara a hacer algo con él o que el oficial la soltara por un corto segundo, intento ganarse la mirada de Will para que lo hiciera irse de ese lugar. Cuando lo logró, el hombre uniformado elevó su brazo y le habló al de seguridad.

—Ese joven esta libre de cargos, puede dejar que se vaya, Oficial Fork.

Y así fue. Bradley tomó su celular, y entre que conseguía alejarse de todo el disturbio de gente para salir del lugar, miró la hora y era la una y quince de la madrugada. A esa hora no se supone que uno se va, a esa hora se supone que uno llega y comienza a disfrutar lo que queda de la noche, pero miserablemente aquel no era su caso.

Cuando logró salir, se alejó unos pocos metros de la entrada y se sentó sobre el cordón de la vereda. Estaba meditando si esperar a Will, o irse a un bar a estar tranquilo, o irse directamente a su departamento, y esperar la posible idea de encontrarse con Christina. Pero sabía que aquella última opción no era la correcta ya que él mismo la incitó a salir. Miró a su alrededor, un montón de personas estaban llegando al lugar, algunas ebrias, otras sobrias, y otras tantas tranquilas, y otras mas desesperadas por pasar una gran noche. En un momento divisó al oficial Fork hablando con el de seguridad de la entrada, y entendió perfectamente lo que dijo al oído: "No dejes entrar a personas ya ebrias".

Pies ciegos que intentan seguir el sol. #Wattys2016 #ChocolateAwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora