Ella anhelaba el frío.
Él admiraba tomar café.
Ella suspiraba tristezas.
Él soñaba con abrazos.
Ella se construía con abrazos.
Llegó el invierno. Café y frío.
Él siempre quiso ser su protector.
Ella no necesitaba a alguien que la protega (era una muchacha fuerte) sin embargo aceptó a él como ángel guardián.
Él buscaba abrazarla.
Ella buscaba sentirse viva.
Sus vidas se cruzaron.
Ella conoció finalmente a quien sería su abrigo y él al fin pudo abrazar la gloria.Se fundieron en un abrazo donde fue tan profundo que llegaron a sentir el corazón del otro, latiendo muy fuerte. Hasta lograron que sus almas se abrazaran, lograron ponerle parches al otro y sin duda alguna, lograron que el sol y la luna, los envidiaran.
Abrazos inconclusos.