En tus brazos (Finnick Odair y _________)

En la misma casa

Entre más le daba vueltas al asunto más confundida me sentía, en un primer momento pensaba en dejarlo, pero recordé que teníamos un acuerdo con Snow, no solamente estaba en peligro nuestra vida, si no la de nuestras familias y las personas que nos habían ayudado a concretar todo nuestro romance, después de una hora de meditar en las posibles repercusiones de dejarlo pensé en la posibilidad de engañarlo yo también, si a él no le había importado nuestro matrimonio a mí tampoco iba a importarme, pero no me sentí cómoda pensando en eso, yo lo amaba a pesar de todo y no me sentía capaz de hacernos eso a mi hijo y a mí su papá había fallado yo no lo haría, repasé mil veces las palabras de Finnick dentro de mí, si Snow lo había obligado a hacer eso era por una razón y Finnick no me había dicho nada al respecto, lo correcto era preguntarle que había pasado para que Snow lo hubiera obligado para hacer algo así, pero dudé si en realidad quería saber la respuesta, si Snow había hecho eso era para darnos una lección, tal vez de que los finales felices no existen o de que nunca podríamos ser felices estando en el Capitolio bajo su mirada, los juegos se acercaban y Finnick y yo debíamos dar detalles de nuestro matrimonio y de como marchaban las cosas con el bebé, en un momento pensé llamar a Johanna para poder hablar y escuchar una opinión acerca de lo que debía hacer pero pensé que si Finnick me lo había ocultado a mí, no podía decírselo a nadie más.

Giré la perilla de la puerta y vi a Finnick sentado en la escalera dándome la espalda

-Pasa-dije mientras el volteaba a verme

Se levantó y camino hacía la habitación, cerré la puerta y lo miré

-¿Estamos bien?-preguntó nervioso

-No lo sé-aseguré

Me miró y traté de articular palabras pero sentía una necesidad de llorar muy fuerte

-Tranquila-susurró

Respiré profundamente y lo miré

-¿Qué decides entonces?-preguntó mirándome

-Vamos a seguir juntos, pero no quiere decir que te haya perdonado-aseguré-no me importan las razones, debiste confiar en mí, lo hubiera entendido y tal vez hubiéramos buscado una solución, pero juntos, no tú solo enfrentándote al mundo-aseguré-no vamos a dormir en la misma cama y mantendremos las apariencias frente a todos-mencioné-nadie sabrá de esto más que tú y yo-terminé

Finnick me miró

-¿Ya no somos esposos entonces?-preguntó

-Lo dejamos de ser cuando decidiste que un secreto y un mandato eran más importantes que tu esposa y tu hijo-dije seria-por ahora somos solo dos personas que vivirán en la misma casa y esperan un hijo, no más-dije mientras sentía un nudo en el estómago