Capítulo 7 - Fotos desaparecidas

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Los gruñidos cesaron haciéndome sentir como si todo fuese normal. Aun seguía agarrada del torso del hombre quien me había ayudado. Nos dirigimos por rutas desconocidas, grandes prados cubiertos de pinos comenzaron verse en el camino. Habían casas visibles a la distancia, eso nos llamo la atención a ambos.

-Iremos a alguna de esas casas; necesitamos parar... , No dije nada y solo le seguí la corriente. Condujo la moto un camino de tierra que daba directo a la casa, era mediana, blanca y un tanto sombría por tantos arboles que la cubrían .El hombre ballesta bajo de la moto para poder asegurarse de que la casa este vacía . -Veamos que tenemos aquí... menciono mientras tocaba la campanilla; entro rapidamente al abrir la puerta con su ballesta apuntando . Pero no había nadie. Entre cuidadosamente detrás el , la casa aun permanecía intacta, los sillones y muebles estaban en perfecto estado. Observe en los estantes, los porta retratos estaban vacíos, sus fotos habían desaparecido.

-Mira esto, le dije señalando a los porta retratos. A el no le pareció nada extraño.

-Seguro se fueron cuando evacuaron a todos...

-¿ A donde se dirigen? pregunte, pensando en mis padres... tal vez ellos se dirigían a otro centro

-A ninguna parte, y si no te importa iré a tomarme una ducha dijo cuando se alejaba buscando un baño.

Me recosté en uno de los sillones color carmesí que se encontraba en en living de la casa. Estaba perdida con un hombre que no conocía, los muertos viven y ya no hay voces que escuchar. Solo seguía mis instintos en aquel momento. Lo que mas me preocupaba es como terminaría todo esto. Mi familia no estaba mas. ¿como es posible que en unos días todo cambiara tan rápido?, estaba muy sensible por la situación, vivíamos en un mundo frágil e inseguro. Deje que las lagrimas llovieran por mi rostro, aunque trataba de no hacer ruido. Decidí buscar que podría haber en la casa. El sonido de la ducha estaba presente, aunque el agua no podría durar por mucho tiempo. Entre en una de las habitaciones principales y removí entre las cosas que quedaban, solo habían unos jeans y una remera rosa pálido tirada en el piso. Las personas que se fueron del lugar no habrían tenido tiempo de empacar todo. Me quede con la muda de ropa en la mano mientras esperaba mi turno para bañarme.

Al rato, el hombre ballesta salio del baño. Sus expresiones se veían con mas claridad pues la tierra y sus heridas habían desaparecido del rostro. Vestía la misma ropa que llevaba puesta cuando nos conocimos.

-¿Que miras? pregunto refunfuñando

-¿ Puedo bañarme? pregunte en tono tímido.

-El agua esta helada, te lo advierto.

Nada me importaba en ese momento, quería sacarme la suciedad que llevaba y cambiarme el piyama que tenia puesto desde el momento que habíamos salido. Gire las canillas y el agua comenzó salir, me desvestí, era como si no me hubiera bañado en semanas. El agua me estaba curando el dolor de mi cuerpo. Los moretones aun seguirían allí por un largo tiempo. Vestí lo único que pude encontrar, era cómodo y mucho mejor de lo que antes llevaba puesto. Salí del cuarto dirigiéndome lista a la sala principal. Allí se encontraba el hombre sentando en unos de los sillones, tenia cara pensativa, como si estuviera tramando un plan.

-¿Esta todo bien?, me pregunto un tanto asombrado

-Si, ahora me siento mucho mejor- exclame.

-Esta oscureciendo, ¿porque no hacemos una fogata fuera de la casa..?. Creí que podría ser una buena idea, la oscuridad no es algo que admire en su totalidad.

-Por cierto.. me llamo Daryl, Daryl Dixon. repitió su nombre agregando su apellido.

- Un gusto conocerte hombre ballesta. gracias por ayudarme- le dije sinceramente con una sonrisa...

-¿Hombre ballesta? pregunto riendose

Yo solía desconfiar de toda persona parada en el planeta tierra, pero las condiciones de vida ya habían cambiado demasiado. Juntamos algunas ramas y la prendimos con un encendedor rapidamente. Los días eran calurosos, pero a la noche todo se tornaba mas frió.

-¿ Hace cuanto tiempo el mundo se puso de cabeza ?

- Hace mucho tiempo, pero nadie se ha dado cuenta hasta ahora- respondió Daryl

La fogata nos iluminaba alrededor, era una buena compañía... Daryl era un hombre misterioso, pero también se lo veía como a alguien terco y a la vez agradable.

-¿ Que te paso a ti ?

Me costo responder, tome aire unos segundos y trate de no quedarme muda por la tristeza. -Mis padres tuvieron que dejarme y se fueron a otro centro..

-Eso es mentira, ya no quedan centros. respondió fríamente. Se me hizo un nudo en la garganta, dolia cada vez mas y mas, mis latidos se precipitaron.

- Se llevaron a mi hermano, estoy segura que hay un centro allí fuera, podríamos ir a buscar- mencione nerviosa casi gritando.

-Olvídalo, no puedo llevarte a un centro que ya no existe- Daryl tomo una botella de cerveza que tenia en su mochila y comenzó a beberla.

-¡Claro que existe!- Todo comenzó a tensionarse, las llamas del fuego se avivaron con la brisa otorgando calor.Yo aun seguía helada y mis ojos se irritaban por mis ganas de llorar. Pero aun tendria esperanza de encontrar a mi familia. Daryl se quedo mudo y no parecía haberse preocupado.

-Entonces iré yo sola- mencione mientras fui caminando directo a la casa, pues ya no quería estar con alguien que me dijera que ya nada existía o que que mi familia estaba muerta. Me acomode en el sillon, para poder dormirme... solo quería encontrar aquellos seres queridos, tenia miedo de ser olvidada. Ya las luces de fuego se habían apaciguado, entrando en calor dentro de una casa desconocida.

Daryl entro unos instantes en la casa, yo apenas logre escucharlo, estaba dormitando pero algunos de mis sentidos aun seguían alerta. Me tiro una campera encima mio bruscamente, pero yo aun seguía inmovilizada del sueño...

La noche se torno oscura en plenitud,la luna era la única que otorgaba una tenue luz desde la pequeña ventana. A mi me gustaba estar sola, pero no sentirme asi..

No todos los ángeles vuelanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora