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"¡Me disparaste! ¡No puedo creerlo! ¡Me disparaste!" –Elladan todavía seguía despotricando.
Elrohir, su gemelo más joven, lo miraba con aire de culpabilidad mientras Keldarion y Legolas, los príncipes del Bosque Negro, se cubrían la boca con las manos para ocultar sus sonrisas.
"Vamos, Ell. Ya dije que lo sentía" –dijo Elrohir.
Elladan lo miró.
"¿Lo sientes? ¡Me disparaste, idiota!"
Elrohir se encogió. Keldarion se rio mientras se agachaba junto a su hermano que se estaba encargando de la lesión de Elladan. La flecha seguía profundamente incrustada en el pie derecho de Elladan. Su bota estaba empapada de sangre y seguro que era muy doloroso, pero los dos hermanos del Bosque Negro no podían evitar ver el lado humorístico de la situación.
"¡Deja de quejarte, Ell! –dijo Legolas, sin dejar de reírse-. ¡Eres un bebé!"
"¡Te diré quién es un bebé de todos nosotros! ¡Tú! Los tres tenemos 1.000 años más que tú y sabemos los molestos que pueden ser los hermanos pequeños –gritó Elladan, enviándole una mirada asesina a Legolas y luego a Elrohir-. ¡Así que cállate y cúrame y así puedo ir y golpear a ese tonto!"
Keldarion negó con la cabeza.
"¡Ell, déjalo ya! ¿No ves lo asustado que está Ro?"
Elladan detuvo su diatriba y le echó un vistazo a su gemelo. Efectivamente, Elrohir estaba extremadamente pálido y llevaba una expresión de fuerte culpa y miedo. El gemelo mayor sintió remordimiento de repente. Sin decir una palabra, estiró una mano hacia su hermano.
Elrohir la tomó.
"Estoy muy arrepentido, Ell. De verdad que lo estoy. ¡Podría haberte golpeado en el corazón!"
Elladan le devolvió el apretón.
"Lo sé, Ro. Lo sé. Perdóname por ponerme así. Fue un accidente, no fue tu culpa."
Hacía rato, Elrohir había estado preparando su arco y sus flechas antes de partir hacia el Bosque Negro. Habían pasado un día entero deambulando por la cascada de Qestari, que estaba a unas cincuenta leguas del reino del bosque. Legolas se había recuperado del secuestro por los nórdicos y tras una semana encerrado en su habitación, inquieto, le había suplicado a su hermano y sus amigos que lo llevaran a algún lugar donde pudiera respirar aire fresco.
Y así, los tres elfos mayores lo habían llevado al pie de la cascada de aguas cristalinas que había sido nombrada como la antigua ninfa. Nada más llegar, los cuatro compañeros habían dejado las armas y la ropa y se zambulleron en la charca que se formaba debajo de la cascada. Tras pasar horas retozando y luchando en el agua como un grupo de nutrias borrachas, finalmente decidieron regresar antes de que el rey Thranduil enviara un ejército en su busca.
Mientras tiraba de la cuerda de su arco para probarla, los dedos de Elrohir resbalaron y la flecha voló al lugar más cercano, que desgraciadamente fue el pie derecho de Elladan. Keldarion y Legolas se sonrieron al ver reconciliarse a los gemelos. Con cuidado y con la ayuda de Legolas, Keldarion tiró de la flecha. Elladan cerró los ojos y gimió. Elrohir abrazó a su gemelo con más fuerza y le susurró palabras de consuelo.
Desde que la flecha salió, Legolas se inclinó y empezó a curar la herida. Con el poderoso manyan que era, el príncipe fue capaz de curarlo por completo en cuestión de segundos. Una vez que la agonía desapareció, Elladan respiró mejor.
"Gracias a ambos. No sé si habría podido caminar hasta el Bosque Negro con esta lesión."
Elrohir seguía sintiéndose mal.
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Tifón
FanficDurante una excursión al bosque, los príncipes del Bosque Negro y los gemelos de Rivendell quedan atrapados en una violenta tormenta. ¿Saldrán vivos de esta?