Capitulo Diecinueve.

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En él viaje de planetas...

Será mejor que él desaparezca de mi vida. Fue un error creer en él primer cristal gem hombre. Todo eso es una mierda, él amor es una mierda.

Lapis comenzó a caminar por él Planeta Madre.

Todo ahí había cambiado mucho. Los pastos seguían siendo de formas puntiagudas, la estatua de mi abuelo volvió a ser él centro de la ciudad. Lo único raro aquí es que ahora reina la paz y tranquilidad.

Ya no hay clases sociales que nos discriminan, no hay malos gobernantes, solo hay paz. Linda y callada paz.

(...)

Al llegar a mi antigua celda, las lágrimas de mis ojos no pudieron mantenerse en su lugar.

Tantos malos recuerdos en estos penosos lugares que me traen rabia y dolor al recordarlos.

*Mientras tanto con Steven*

-¿Que pasó?- dijo derrotado con la mirada en él suelo

Comenzó a dar golpes al suelo. Destruyendo poco a poco él azulejo del piso.

-Será mejor que me vaya a otro lado- pensó él chico.

Y comenzó a correr rápido. Su velocidad era casi los 50 km/h.

Una velocidad que ningún humano y/o gen había alcanzado jamás. Al parecer ser un híbrido le había aumentado sus características físicas.

-Te amo Lapis- dijo dando un salto y abriendo unas alas con si gema.

Se sorprendió al mirar que no caía al suelo como pensaba.

Comenzó a planear por la zona hasta llegar a su casa de nuevo. Y dedicarse a su cama, solo a deprimirse por días.

Días después...

*En él planeta madre*

Después de haberme convertido en gobernante de él Planeta Madre, todo se ha vuelto más fácil. Las tareas de la ciudadanía son sencillas, solo he estado un poco complicada de salud, pero unos vómitos y mareos no complican mi vida.

He sabido con salir adelante, aún me duele recordarlo, aún lo amo, pero fue un idiota. Eso no lo olvidaré.

-¿Miss Lazuli?- me sacó de mis pensamientos una pearl que usaba de asistente.

-¿Si?- respondí tratando de ser lo más casual de todas.

-Su reunión con los demás personas que fueron requeridas para se gobernantes, es en diez minutos- dijo mientras revisaba su agenda.

Mi corazón se detuvo. Mi ritmo cardíaco aumento. Mis manos sudaban. Mis piernas temblaban.

Estaba nerviosa por ver a Steven de nuevo.

Me siento impaciente, son los diez minutos más largos de mi puta vida.

Me arreglé la ropa, tome mi bolígrafo preferido. Un bolígrafo en forma de cohete espacial, con unas notas musicales. Que me regaló Steven.

Paso a paso fui a él transportador central del parque. Cada que avanzaba mi nerviosismo aumentaba.

Mi mente me jugaba malas rachas.

(...)

Al llegar a él portal, mi corazón se detuvo una ultima vez al mirar quien llegaba.

-Hola Lapis-.

Mi Hermosa GemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora